(ANSA) - ROMA 24 DIC - Más de 10 millones de turistas
viajarán durante el período de vacaciones para admirar los
pesebres italianos, vivos o estáticos, y sumergirse en sus
atmósferas místicas.
Así se desprende de un estudio de la Confederación Nacional
del Artesanado (CNA) que ANSA publica en adelanto.
El número de pesebres vivientes aumenta cada año, siguiendo
una tradición que se remonta a 1223: fue en Greccio, en el Alto
Lacio, donde San Francisco organizó la primera representación.
Y aún hoy el pesebre viviente de Greccio se considera el más
fascinante. Pero está en buena compañía. ¨Algunos ejemplos?
Desde la "ciudad moribunda" (pero por ahora muy viva,
afortunadamente) Civita di Bagnoregio hasta los Sassi de Matera,
desde las cuevas de Custonaci hasta las estrechas calles de
Pietrelcina (lugar natal del padre Pío), desde San Biagio de
Mantua ( donde están involucradas todas las casas del centro) a
Tricase en Puglia hay cientos de transformaciones de las zonas
habitadas en un pequeño pesebre, todas presentes en el sitio web
www.presepiviventi.it con fechas de finalización e información
útil.
Los pesebres estáticos son muy atractivos. Las iglesias de
Italia (e incluso los lugares públicos no religiosos) están
llenas de ellos, al igual que varios museos. Nápoles (a partir
de San Gregorio Armeno) puede considerarse la capital y aún
alberga numerosos artesanos activos en el sector. Pero es el
pesebre de la Plaza de San Pedro en Roma (junto con los 100
pesebres del Vaticano) el más visitado en Italia.
También en este caso la península ofrece un enorme abanico
de opciones, que además son innovadoras. Aquí también hay
algunos ejemplos: del pesebre de Comacchio, a lo largo de los
canales, al del pueblo de Faedo, del pesebre flotante de
Cesenatico a la representación de Asís dedicada al Cántico de
las Criaturas, del pesebre de arena en Lignano Sabbiadoro hasta
el luminoso de Manarola, en las Cinque Terre de Liguria.
Alrededor de los pesebres, tanto vivientes como estáticos,
especialmente en las ciudades más pequeñas, se han desarrollado
mercados que ofrecen productos artesanales locales,
gastronómicos y vitivinícolas. (ANSA).