(ANSA) - CARACAS, 22 NOV - Seis cercanos colaboradores de la
líder opositora María Corina Machado ya cumplen ocho meses
asilados en la residencia del embajador de Argentina en
Venezuela, en un caso que ha caído en el limbo de la diplomacia
y la confrontación política.
Este viernes uno de los seis, el político Omar González
Moreno, relata en un texto divulgado en sus redes sociales lo
que significa estar tras "las rejas invisibles" de una casa
donde han tenido que resistir con el consuelo, dice, de no
sufrir la suerte de otros de sus compañeros que sí están en las
oscuras cárceles del chavismo.
"Vivir asilado en una embajada, para evitar caer en manos de
los verdugos del regimen de Maduro en Venezuela, no tiene nada
de encantador. Vivir asi encerrado dentro de una embajada es mil
veces más terrible de lo que la gente se imagina", dice
González, del partido Vente Venezuela.
Los otros asilados son Magalli Meda, quien fuera jefa de la
campaña electoral de Machado y de su candidato Edmundo González
(hoy asilado en España); Claudia Macero, una joven jefa de
prensa de Machado y de la campaña; Pedro Urruchurto, joven
politólogo y asesor de Machado para temas internacionales;
Fernando Martínez Mottola, un ex ministro de Telecomunicaciones
que participó en una remotas negociaciones entre el gobienro y
la oposición en Noruega; y Humberto Villlobos, experto en temas
electorales.
"Un asilo que, a pesar de las buenas intenciones de quien
nos dio refugio, se convirtió en una prisión de rejas
invisibles, donde el dolor emocional se agudiza con cada día",
escribe González.
Los seis lograron llegar a la residencia del embajador de
Argentina en marzo, cuando los perseguían los agentes de Maduro.
El gobierno de ese país les dio el asilo en abril, pero el líder
chavista se negó a darles el salvoconducto para que viajaran a
Buenos Aires.
"Es el destierro en tu propio país, lo que significa una
contradicción dolorosa. Los días se suceden, pero el tiempo
parece detenerse", escribe hoy González.
Tras la cuestionada elección presidencial del 28 de julio, en la
que la oposición denunció un fraude masivo, el gobierno de Milei
fue uno de los primeros en reconocer el alegado triunfo de la
oposición, lo que llevó al chavismo a romper las relaciones
deiplomáticas y expulsó a los representantes argentinos.
La residencia ha sufrido varios episodios de hostigamiento e
intentos de incursión por parte de agentes de Maduro con la
intención de llevarse a los asilados, y les han cortado agua y
la luz.
Hoy todos los principales colaboradores de Machado y líderes
de su partido están prisioneros, en el exilio o escondidos. Ella
misma está en la clandestinidad, desde donde intenta matener
vivo el menguado movimiento opositor. (ANSA).