Por Alberto Zanconato
(ANSA) - MOSCU, 22 NOV - El Kremlin había dicho que estaba
seguro de que el mensaje enviado por Rusia con el lanzamiento
contra Ucerania del misil Oreshnik, y la advertencia de Vladimir
Putin sobre un "conflicto global" haya sido recibida por Estados
Unidos. Pero si no fuese así, el presidente ruso fue aun más
claro al anunciar el inicio de la producción en forma masiva del
nuevo vector, mientras el jefe de las fuerzas misilísticas
estratégicas alertó que el misil puede "impactar objetivos en
toda Europa".
"Este sistema misilístico con bloques hipersónicos puede
golpear cualquier blanco, desde aquellos aislados hasta un área
entera, también altamente prortegidos y con una elevada
eficiencia", comentó el general Serguei Karakayev, al reunirse
con el jefe del Kremlin junto a los máximos funcionarios de la
defensa rusa, dirigentes de empresas del sector de la defensa y
desarrolladores de armas.
A más de anunciar el comienzo de la producción en serie del
Oreshnik, un misil hipersónico balístico de alcance medio, Putin
hizo saber que el mismo continuará siendo testeado "en
condiciones combate", esto es bombardeos contra Ucrania, como el
que tuvo lugar ayer e impactó una fábrica de componentes
misilísticos en Dniéper.
Según los rusos, el vector tiene una velocidad diez veces
superior a la del sonido y puede eludir cualquier sistema de
defensa aérea.
En Kiev la preocupación es palpable. Hoy el Parlamento
anunció una sesión prevista por el temor de nuevas agresiones,
según refirieron a la prensa internacional algunos diputados.
El presidente Volodimir Zelensky precisó que el ministerio
de Defensa ya consulta con los socios occidentales con el fin de
pedir la provisión de "nuevos sistemas de defensa aérea,
exactamente el tipo de sistemas que puedan proteger de nuevos
riesgos". Y de la nueva amenaza se discutirá el martes próximo
en una reunión del Consejo OTAN-Ucrania, a nivel de embajadores,
convocada a petición de Kiev.
Emperro, Putin amplió la discusión más allá de Ucrania, para
decir que éste y otros misiles de mediano y corto alcance, en
los que están trabajando los científicos militares rusos,
servirán para mantener un equilibrio estratégico con Estados
Unidos que Moscú considera amenazado.
Y sobre todo después de que, en julio pasado, Washington
anunciara que desplegará misiles en Alemania a partir de 2026,
como primer paso tras la salida de Estados Unidos en 2019
-durante la primera presidencia de (Donald) Trump- del tratado
INF que en 1987 había prohibido los euromisiles. Por este
motivo, el mandatario ruso subrayó que el Oreshnik es una
"garantía de la integridad territorial y la soberanía de Rusia".
Por su parte, China invitó a todas las partes implicadas en
el conflicto ucraniano que actúen "con calma y moderación", y
añadió que es urgente "trabajar en la reducción de la tensión" y
crear "condiciones para que se aplique un alto el fuego lo antes
posible". Pero Moscú explica que el lanzamiento del Oreshnik fue
una respuesta a la autorización de Washington para que Ucrania
utilice misiles de largo alcance para atacar en profundidad el
territorio ruso.
En este sentido, el ministro de Asuntos Exteriores, Serguei
Lavrov, de visita en Bielorrusia, utilizó un lenguaje colorido
para acusar a la administración saliente de Joe Biden de querer
"defecar" en la situación en Ucrania para "dejar el legado más
negativo posible" al presidente electo Donald Trump.
"Las últimas horas demuestran que la amenaza de un conflicto
global es grave y real", señaló el primer ministro polaco,
Donald Tusk. Mientras que el canciller alemán, Olaf Scholz, que
mantuvo una conversación telefónica con el jefe de Estado ruso
el 15 de noviembre, recalcó que el uso del misil balístico por
parte de Moscú es "una escalada aterradora, exactamente como
cuando Putin contrató a los norcoreanos". De acuerdo con las
últimas estimaciones de la inteligencia surcoreana, hay 11.000
soldados que Pyongyang desplegó junto a las tropas de Moscú en
la región rusa de Kursk para luchar contra las fuerzas invasoras
ucranianas. A cambio, Rusia proporcionaría apoyo económico y
misiles antiaéreos a Corea del Norte.
"Fue comprobado que equipamiento y misiles antiaéreos para
reforzar el vulnerable sistema de defensa aérea de Pyongyang
fueron entregados a Corea del Norte", enfatizó Shin Won-sik, el
principal consejero surcoreano para la Seguridad, a la emisora
televisiva SBS.
Un análisis de imágenes de satélite realizado por el grupo
de investigación británico Open Source Centre y difundido por la
BBC igualmente mostró que desde marzo de este año se
transfirieron más de un millón de barriles de petróleo desde
yacimientos rusos a Corea del Norte. (ANSA).