Por Alessandro Carlini
(ANSA) - LONDRES, 22 NOV - Miedo y caos en la estación aérea
londinense de Gatwick luego de que esta mañana dio inicio una
alerta de seguridad que duró varias horas, y con consecuencias
sobre miles de pasajeros obligados a abandonar el aeropuerto, en
una jornada con temperaturas cercanas a 0 grado.
De repente llegó una orden de evacuación para quienes se
encontraban dentro del terminal sur, cuando el personal comenzó
a decirles a todos que abandonaran el edificio inmediatamente
mientras la policía intervenía. Rápidamente se publicaron en las
redes sociales imágenes de miles de personas obligadas a
desplazarse y ocupar espacios fuera del aeropuerto, buscando
refugio en zonas menos expuestas al viento y al frío, en días en
los que el Reino Unido se ve sometido a una oleada de nieve y
heladas.
Además de los agentes que operaban en el interior del
terminal, se hizo presente en el lugar un escuadrón antibombas
de la policía de Sussex, equipado
con robots, cuando se supo que la alerta se desencadenó por un
"objeto sospechoso prohibido" encontrado en uno de los
equipajes.
"Para garantizar la protección del público, del personal y
de otros usuarios del aeropuerto, durante la intervención se
estableció un cordón de seguridad" por parte de la brigada
antiexplosivos, explicó la policía local en un comunicado.
Mientras tanto se suspendieron las conexiones con el
aeropuerto, empezando por el servicio de tren Gatwick Express
hacia Londres, se multipicaron los retrasos y cancelaciones de
vuelos, y decenas de personas quedaron varadas a bordo de los
aviones aterrizados, sin posibilidad de descender, siempre por
razones de seguridad.
Los viajeros que esperaban en el frío fueron ayudados por el
personal del aeropuerto y los servicios de emergencia que les
proporcionaron mantas térmicas y agua. Recién por la tarde se
levantó la alerta y se reabrió el terminal. La policía concluyó
su intervención afirmando que dos personas fueron detenidas y
luego liberadas y pudieron continuar su viaje.
La alarma sin consecuencias ocurrió en una jornada de
tensión para la policía británica llamada a actuar también fuera
de la embajada de Estados Unidos en Londres, uno de los lugares
más sensibles para la seguridad de la capital, a causa de un
paquete sospechoso, hecho luego explotar por los expertos de la
policía.
Cerca de la sede diplomática, situada en el barrio de Nine
Elms, en la ribera sur del Támesis, fue instituido por los
agentes un cordón mientras el personal en el interior de la
representación diplomática era advertido. Incluso en este caso
la alarma volvió y la MET Police declaró que halló un "artefacto
falso".
Las dos alertas en Inglaterra hasta el momento no están
ligadas pero se verifican en estos días en el que es más visible
la presencia de las fuerzas del orden en la capital, en
particular de agrentes armados.
Por cierto hay muchos elementos de preocupación y amenazas
potenciales, a nivel interno, desde el fundamentalismo islámico
hasta la extrema derecha, pasando por la acción de lobos
solitarios, y más aún a nivel internacional, desde los dos
conflictos en curso en Medio Oriente y en Ucrania, a las
sospechas de inteligencia de un posible sabotaje por parte de
actores estatales y no estatales hostiles. Un contexto general
que empuja a las autoridades a mantener siempre altos los
niveles de guardia. (ANSA).