Por Marcos Romero
(ANSA) - CIUDAD DE MEXICO, 22 NOV - El fantasma de la
desaparición del Tratado de Libre Comercio de Norteamérica
(T-MEC), resurgió con fuerza tras la victoria de Donald Trump en
elecciones en Estados Unidos, a las que se suman ahora las
posturas del premier canadiense Justin Trudeau y del jefe de
gobierno de Ontario Doug Ford.
En octubre de 2017, cuando Trump ya cumplía varios meses
en su primer período como mandatario estadounidense, y justo al
celebrarse la cuarta ronda de negociaciones para renovar el
acuerdo vigente desde 1994 entre delegaciones de los tres
países, el republicano amenazó con retirar a su país del acuerdo
por ser "el peor de la historia".
Ahora, de nueva cuenta se atiza desde Estados Unidos y
Canadá esta idea que, a juicio de empresas de los tres países y
de especialistas, podría generar un impacto a nivel global y
afectar a amplios sectores, como manufacturas, energía,
agricultura y automóviles.
Esta semana el temor cobró fuerza cuando Trudeau afirmó
que su país "podría considerar otras opciones" de tratado
comercial, "dependiendo de las decisiones que tome el gobierno"
de México.
La advertencia de inmediato obligó a la Cámara de
Diputados a modificar un proyecto para desaparecer 7 organismos
autónomos del Estado a fin de crear un nuevo ente
descentralizado fusionando el Instituto Federal de
Telecomunicaciones y la Comisión Federal de Competencia
Económica para ajustarlo a las normas del tratado trilateral.
La probable designación de nueva cuenta de Robert
Lighthizer como representante comercial de Estados Unidos, quien
prometió antes de su ratificación en el Congreso que no dañaría
el tratado, y el nombramiento de Marcelo Ebrard como ministro de
Economía de México, son dos factores que ahuyentan un poco el
miedo a la desaparición del acuerdo.
Sin embargo, en declaraciones recientes, el primer
ministro de Ontario, la provincia más grande de Canadá, se
pronunció porque su país "negocie su propio acuerdo comercial
con Estados Unidos", excluyendo a México, a menos que éste se
allane a sus socios en materia de importaciones chinas.
Ebrard dijo que "a Canadá no le conviene tener un acuerdo
de libre comercio solo con Estados Unidos" pues "numerosas
empresas canadienses con operaciones en México probablemente no
respaldarían una medida que limitaría el comercio trilateral".
La Cámara de Comercio de Canadá en México tachó las
declaraciones de Ford como "aislacionistas y proteccionistas" y
abogó por "mantener a la región como la más pujante y
competitiva del mundo, inmersa en la revolución digital, la
inteligencia artificial, los minerales estratégicos y la
seguridad regional".
Para el próximo año está prevista la primera revisión del
T-MEC y Ebrard, que ya negoció con Lightizer en 2017 el acuerdo,
dijo que "hay que estar preparados para todo" tras la victoria
de Trump, pues dijo que la revisión "no será fácil, suave o
tranquila".
La desaparición del T-MEC no es un asunto simple pues
México rompió un récord histórico de exportaciones a Estados
Unidos entre enero y septiembre de 2014, con ventas por 137.000
millones de dólares, mientras las importaciones ascendieron 33
millones de dólares, para un saldo positivo de 104.000 millones,
según cifras oficiales.
Expertos consideran que para México será muy arduo
renegociar el T-MEC bajo un gobierno de Trump, por sus recientes
reformas al Poder Judicial, que prevén elegir por voto popular a
los jueces y su intención de desaparecer los organismos
autónomos. (ANSA).