Por Patrizia Antonini
(ANSA) - RIO DE JANEIRO, 25 LUG - El G20 liderado por Brasil
está tratando de dar un primer tímido paso para gravar el
patrimonio de al menos tres mil multimillonarios en todo el
mundo, pero el camino es cuesta arriba, el grupo está dividido y
llevará años.
Lo que deja una ventana abierta es un párrafo del
documento de conclusiones de la cumbre de Ministros de Finanzas
y de Bancos Centrales, que afirma la voluntad común de
"considerar primeras acciones en esta dirección".
Sin embargo, tuvo sabor a poco, con países como Alemania y
Estados Unidos en contra. "
No es necesario", dijo la secretaria del Tesoro
estadounidense, Janet Yellen.
Pero sigue siendo un resultado para aquellos, como Brasil,
que están decididos a no darse por vencidos.
"Esta semana será decisiva", anunció el ministro de
Finanzas brasileño, Fernando Haddad.
Se dará un "impulso a la agenda" sobre la propuesta de
gravar el 2% de la riqueza de los ricos -presentada por el
economista francés Gabriel Zucman- que, según las proyecciones,
podría recaudar hasta 250 mil millones al año, aproximadamente 5
veces el importe que los 10 mayores bancos multilaterales han
dedicado a combatir el hambre y la pobreza en 2022.
Por otra parte, según el último estudio de Oxfam, la riqueza
media de un miembro del 1% más rico a escala global aumentó en
casi 400 mil dólares frente a los 335 dólares (sólo 9 céntimos
al día), recaudados en promedio por un representante
perteneciente al 50% más pobre del planeta, mientras que, en
2023, 733 millones de personas padecían hambre: una de cada 11
personas en el mundo
Se trata de "una construcción muy delicada y no se
realizará de la noche a la mañana", insistió Haddad, quien
aprovechó la ocasión para recordar que "los pilares de la OCDE
tardaron al menos una década".
"Todos somos conscientes de que se trata de una
competencia de cada país, difícil de superar con planes
globales, pero creo que las dificultades no socavan el
compromiso común", indicó, por su parte, el Comisario europeo
Paolo Gentiloni.
"De hecho, en el documento de conclusiones de este G20
habrá una voluntad común de considerar primeros pasos en esta
dirección", añadió.
Las iniciativas preliminares podrían referirse, por
ejemplo, a la puesta en marcha de mecanismos de intercambio de
información, en particular en el capítulo inmobiliario.
Según el ministro italiano Giancarlo Giorgetti, la cuestión
está estrechamente relacionada con el expediente sobre la
fiscalidad internacional en la agenda del G20, que prácticamente
todavía está en alta mar.
Y si la propuesta cuenta con el apoyo de Francia, España y
Sudáfrica, no funciona para Alemania y Estados Unidos.
"No hay necesidad de negociar un acuerdo internacional para
gravar a los superricos", dijo Yellen. "Las políticas fiscales
son muy difíciles de coordinar a nivel mundial. No vemos la
necesidad y no creemos que sea deseable. Creemos que cada país
debe garantizar que su sistema fiscal sea justo y progresivo",
sentenció. (ANSA).