Por Alessandro Logroscino
(ANSA) - LONDRES, 25 LUG - A casi 27 años de la trágica
muerte de Diana Spencer, su memoria no parece dar ni poder
encontrar paz ante el afecto y la curiosidad de los amantes del
recuerdo, no sin dejos de interés económico, de hecho, se
anunció una nueva subasta que involucra a difunta Princesa de
Gales con la venta de decenas de cartas y notas resultantes de
correspondencia privada.
Según los organizadores de la subasta, se trata de cartas
entre la primera e infeliz esposa del rey Carlos, madre de los
príncipes William y Harry, y Violet Collison, ex ama de llaves
de la casa Spencer (fallecida con casi noventa años en 2013), a
quien Lady D permaneció muy unida durante toda su vida.
Las cartas, según adelantó la BBC, en realidad no contienen
revelaciones sensacionalistas ni detalles morbosos de ningún
tipo.
Pero ofrecen pinceladas sobre la vida cotidiana de la
"princesa del pueblo" a lo largo de los años, desde su
matrimonio con Carlos hasta el nacimiento de sus dos hijos,
compartidos con la anciana niñera: un hito de Park House, la
residencia de Sandringham donde Diana pasó la infancia en una
familia minada por las divisiones y el desapego de sus padres
(padre y madre putativa).
Las cartas están escritas a mano y se subastarán en la casa
Stansted Mountfitchet el próximo 30 de julio.
La base para los escritos más atractivos se han fijado
entre 800 y 1200 libras cada uno, pero se espera que los precios
finales puedan subir.
Entre muchas, se destaca una carta escrita con membrete del
Palacio de Buckingham, enviada a la fiel confidente tres semanas
antes de la "boda del siglo" con el entonces príncipe Carlos,
heredero al trono.
"Aquí todo el mundo trabaja frenéticamente en las
decoraciones de última hora y la futura novia solo tiene que
mantener la calma", le escribe, bromeando, Diana.
Tampoco faltan las sencillas tarjetas de salutación o las
navideñas; pero también misivas más largas, a veces con
referencias a las penas de la princesa, y más a menudo con
detalles más felices de la vida familiar.
Como una fechada en septiembre de 1984 - conmovedor si se
lee a la luz de las recientes divisiones- en el que agradece al
"Collie" -como llamaba cariñosamente a la ama de llaves- el
regalo recibido con ocasión del nacimiento de Harry y describe
al pequeño William, de 2 años, "adorando al hermanito", entre
"abrazos y besos sin descanso". (ANSA).