(ANSA) - ROMA 23 JUL - Adiós al negocio del barrio, a la
tienda de ropa o calzado de la esquina o al punto de venta de
electricidad y electrónica que, además, solía ofrecer también al
técnico adecuado para una reparación. Las cosas están cambiando
en Italia, raudamente.
Los comercios de proximidad disminuyen cada vez más y esa
desertificación también está cambiando las opciones
inmobiliarias de los italianos, que prefieren vivir donde hay
comercios. Tanto es así que en lugares sin comercio el valor de
las propiedades cae un 10%.
La cámara de comercio Confcommercio dio la voz de alarma con
la difusión de una encuesta realizada en colaboración con SWG en
la que el presidente de la asociación, Carlo Sangalli, reiteró
la preocupación: "Incluso en la era digital, las tiendas de
barrio son insustituibles: hacen que las ciudades sean más
habitables, más atractivas y más seguras".
"Es necesario, sin embargo, luchar contra la
desertificación, que está provocando la desaparición de muchas
actividades comerciales", añadió Sangalli.
Según los resultados de la encuesta, los italianos quieren
vivir en barrios donde haya más negocios locales, porque
fortalecen las comunidades (para el 64% de los entrevistados),
hacen que la gente se sienta más segura (57%) y aumentan el
valor de las viviendas (hasta un 26% o más).
El cierre de comercios preocupa y entristece a los
ciudadanos, especialmente en el Norte y en las ciudades
medianas. En los comercios cercanos al hogar se compran
medicamentos (64%) y tabaco (59%), mientras que para ropa (64%),
alimentos de larga duración (60%), complementos para el hogar
(60%) y productos electrónicos (53%).
Los centros comerciales y las grandes estructuras de
distribución (mega tiendas, outlets, etc.) se convierten en los
lugares de compra predominantes frente a las tiendas del centro
de la ciudad, donde este tipo de bienes registran porcentajes de
compra entre el 2% y el 5%.
Y, según la encuesta, la percepción del avance de la
desertificación trae consigo un fuerte sentimiento negativo que
empuja a uno de cada cinco italianos (22%) a considerar cambiar
de hogar si el fenómeno se agravara en la zona donde viven.
El 74% cree que este fenómeno afecta negativamente a la
calidad de vida en la zona de residencia y el 56% de los
entrevistados sostiene que es poco probable que un comercio
cerrado en su barrio sea sustituido por otro. Pero la
desertificación de los comercios, según Confcommercio, no es un
callejón sin salida y se pueden tomar medidas.
"En primer lugar fomentando la innovación y apoyando la
reurbanización urbana mediante un mejor uso de los fondos
europeos. El proyecto Confcommercio Cities y la renovada
colaboración con la ANCI -la asociación que agrupa a los
municipios- van en esta dirección", afirma el presidente
Sangalli. "La acción pretende confirmar nuestro compromiso de
promover una gestión urbana sostenible y mejorar el papel social
y económico de las actividades locales en las ciudades", amplía.
También participa la asociación de constructores
Confconstruction, que reitera la petición de un impuesto único
para los arrendamientos comerciales y la liberalización de la
duración de los contratos. (ANSA).