(ANSA) - BRUSELAS, 22 LUG - Llegó el momento de cambiar la
estrategia de la Unión Europea sobre Siria, este es el
significado de la carta conjunta enviada al Alto Representante
de la UE para la Política Exterior, Joseph Borrell, por ocho
países miembros, entre ellos Italia.
Además de Antonio Tajani, firmaron el documento los
ministros de Asuntos Exteriores de Eslovenia, Eslovaquia,
Croacia, Grecia, República Checa, Chipre y Austria, en medio del
Consejo Europeo de esa cartera.
"La política de la UE hacia Siria no ha evolucionado, con
el resultado de que el enorme esfuerzo humanitario no se ha
traducido en un papel político correspondiente. Creemos que ha
llegado el momento de revisar y evaluar los resultados de la
Estrategia logrados hasta ahora; acciones y herramientas; las
opciones para adaptar nuestro enfoque, en función de los
resultados obtenidos. Nuestro objetivo es una política para
Siria más activa, orientada a los resultados y operativa", se
lee en la carta que pide volver al tema en los próximos Consejos
de Asuntos Exteriores.
"Esto nos permitiría aumentar nuestra influencia política,
la eficacia de la asistencia humanitaria y la eficacia de las
primeras intervenciones, contribuyendo al logro de condiciones
para un retorno seguro, voluntario y digno de los refugiados
sirios, de acuerdo con los estándares del ACNUR (la agencia ONU
sobre refugiados, NDR)", subrayan los ocho ministros de Asuntos
Exteriores.
Por lo tanto, el documento propone revisar y evaluar los
resultados obtenidos hasta ahora, "la eficacia de nuestras
acciones y de nuestras herramientas y las opciones para adaptar
nuestro enfoque". El proceso de revisión debe incluir
consideraciones por parte de los Estados miembros, el Servicio
de Acción Exterior y la Comisión, así como la exploración de
nuevas ideas para fortalecer la implementación orientada a
resultados de nuestra política en Siria, sostiene el mensaje.
Y acota que, en tiempos de crecientes demandas
humanitarias, a nivel mundial esto también "debería incluir la
eficacia de nuestra prestación de ayuda a través de la
recuperación temprana y enfoques comunitarios". La presión de la
crisis siria sobre los países vecinos, según la línea de los
autores de la carta, debe abordarse con mayor urgencia,
especialmente porque agrava otras tensiones políticas internas
graves en estos países, con el consiguiente aumento de la
volatilidad y los flujos de refugiados hacia la Europa.
Las sanciones fueron concebidas como una herramienta
esencial de presión contra Damasco, pero después de más de una
década -también debido al efecto involuntario de un cumplimiento
excesivo- tienen un impacto negativo sobre la población en
general, mientras que ejercen poca influencia sobre los
responsables de las decisiones, aunque la introducción de
amplias exenciones humanitarias es extremadamente beneficiosa,
opinan los ocho países.
El futuro de Siria, como se subraya en la propuesta de los
ocho países miembros, "es fundamental para la seguridad de
Europa, dada su ubicación en nuestras inmediaciones. Además, a
medida que el costo humanitario de la crisis sigue aumentando y
millones de personas siguen sufriendo, es responsabilidad de
Europa trabajar junto con nuestros socios regionales para
garantizar que la UE haga todo lo posible para aliviar la
situación, creando condiciones de vida dignas, y así las
condiciones para un retorno voluntario seguro y digno de acuerdo
con los estándares de Naciones Unidas, y contribuir
proactivamente a la búsqueda de una solución política sostenible
al conflicto".
Poco antes del comunicado, el ministro de Asuntos
Exteriores de Italia, Antonio Tajani, y su homólogo austriaco,
Alexander Schallenberg, plantearon en un artículo difundido
entre la prensa que apoyan la necesidad de un cambio de ritmo en
la política de la UE hacia Siria y plantearán la cuestión esta
mañana en el Consejo de Asuntos Exteriores en Bruselas.
"Finalmente, debemos volver a colocar a Siria en la agenda
de la UE como una de las principales prioridades. Si no lo
hacemos, las consecuencias para la población civil en Siria,
para los países vecinos de la región, para los socios
mediterráneos y, en última instancia, para Europa podrían ser
desastrosa", dicen Italia y Austria.
Los ministros creen que "ha llegado el momento de
repensar nuestro enfoque hacia Siria". "Esto implica plantear
preguntas difíciles: cómo podemos garantizar que los ciudadanos
sirios tengan perspectivas económicas y no se vean obligados a
emprender el peligroso viaje a Europa Cómo podemos ayudar a
crear las condiciones para que la gente regrese a Siria. Cómo
podemos garantizar que nuestras sanciones apunten a los secuaces
del sistema y no a la población en general", indicó un
comunicado. (ANSA).