Por Serena Di Ronza
(ANSA) - NUEVA YORK, 21 LUG - Joe Biden tira la toalla y se
retira de la carrera a la Casa Blanca, apoyando a la
vicepresidenta Kamala Harris como su sustituta para "ganar a
Donald Trump".
Después de semanas de pasión y de presión por parte del
partido, el líder estadounidense anunció en una carta sorpresa
enviada a la red social X su paso al costado, después de
asegurar hasta unas horas antes que no se rendiría.
"Ha sido el mayor honor de mi vida servir como presidente. Y
aunque tenía la intención de buscar la reelección, creo que es
en el mejor interés de mi partido y de mi país retirarme y
concentrarme solo en las tareas presidenciales para el resto del
mandato", escribió Biden en una carta dirigida a los
estadounidenses, a quienes hablará la próxima semana para
explicar las razones de su retiro.
La presión sobre el presidente comenzó después de su desastrosa
actuación en el debate televisivo con Donald Trump el pasado 27
de junio.
Desde entonces, hubo un aumento de los pedidos. Desde la ex
titular de la Cámara de los Representantes Nancy Pelosi hasta el
expresidente Barack Obama, pasando por los líderes del Congreso
Chuck Schumer y Hakeem Jeffries. Una presión que se volvió
insostenible con el paso de los días.
El Covid, que luego lo aisló en los últimos días y lo
arrancó de la campaña electoral, fue el golpe definitivo,
mostrando un presidente frágil y débil y reforzando la idea de
que sus posibilidades de ganar en noviembre se habían reducido a
la nada.
Durante su aislamiento en Rehoboth Beach, en su casa en la
playa de Delaware, Biden reflexionó en su soledad. Y solo la
mañana de este domingo comunicó a su personal la dolorosa
decisión de retirarse: hasta el sábado, en efecto, el presidente
había anunciado públicamente que estaba decidido a seguir
compitiendo, o al menos a esperar la visita a Washington del
primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.
Se espera que los dos líderes se reúnan el martes en la Casa
Blanca, mientras que Netanyahu hablará en el Congreso el
miércoles. Schumer elogió el paso al costado del presidente,
llamándolo un "gran patriota".
El ex jefe de personal de Biden, Ron Klain, señaló con el
dedo a los "donantes que sacaron de la carrera al único
candidato que venció a Trump".
Mientras que el expresidente y ahora también ex rival en
noviembre no perdió ni un minuto para atacar a Biden y al
establishment que le había ganado y lo obligó a irse.
"El deshonesto Joe Biden no era apto para la presidencia, y
ciertamente no es apto para servir -y nunca lo fue! La única
razón por la que llegó a la presidencia fue a través de
mentiras, noticias falsas y sin salir de su sótano. Todos los
que lo rodeaban, incluyendo su médico y los medios de
comunicación, sabían que no podía ser presidente, y no lo era",
tronó Trump en su red social Truth.
El portavoz republicano de la Cámara de Representantes, Mike
Johnson, pidió en voz alta la dimisión inmediata de Biden de la
presidencia porque "si no puede postularse, entonces tampoco
puede servir como presidente".
El centro de atención está ahora en Harris, la
vicepresidenta nunca tan querida por su partido y los votantes y
ahora es la candidata a la pole si las diferentes almas del
Partido Demócrata no le hacen la guerra.
Uno de los primeros y más grandes nudos que hay que desatar
es quién va a ser su segundo. Algunos donantes demócratas ya
comenzaron a financiar un proceso de evaluación de los posibles
números dos.
En la lista de "papables" estarían los gobernadores de
Pennsylvania Josh Shapiro y de Kentucky Andy Beshear. Pero
también hay interés en los gobernadores de Carolina del Norte,
Roy Cooper, y Gretchen Whitmer, de Michigan, pero también en el
senador de Arizona, Mark Kelly.
Muchos demócratas sueñan con un boleto exclusivamente
femenino con Harris y Whitmer, mientras que otros temen que sea
demasiado arriesgado porque Estados Unidos no podría estar listo
para una presidenta y una vicepresidenta mujeres.
Esta noche comienza otra campaña para Estados Unidos.
(ANSA).