Por Benedetta Guerrera
(ANSA) - WASHINGTON, 21 LUG - Joe Biden se retiró de la
carrera y dio su respaldo a la vicepresidenta Kamala Harris para
las elecciones de noviembre, invitando al Partido Demócrata a
apoyarla de manera compacta en la convención de Chicago el
próximo 19 de agosto.
La segunda elección del presidente es la más obvia e
inevitable, ya que es su heredera natural, incluso en caso de
fallecimiento o enfermedad durante su presidencia. Pero el
camino de Harris, de aquí a la convención, está lejos de ser
cuesta abajo, y hay varios obstáculos en su camino a la Casa
Blanca.
El primer vencimiento es el 7 de agosto, que es la fecha
límite de Ohio para inscribir a los candidatos.
En junio, el gobernador del estado, Mike DeWine, firmó una
ley que pospone el plazo hasta septiembre, pero como la medida
entrará en vigor ese mismo mes y no antes, los demócratas
quieren acelerar el proceso.
En segundo lugar, de aquí al 19 de agosto, Biden debería
asegurarse el apoyo de todo el partido para poder proponer a los
3.894 delegados reunidos en Chicago que voten por ella.
En ese punto, solo se plantearía el problema de elegir a su
vice, siempre en la kermesse. Si, por el contrario, hubiera
fuertes y abiertos desacuerdos sobre una candidatura de Harris,
se correría el riesgo de una convención "brokered", es decir,
abierta, donde se enfrentarían varios candidatos, además de la
vicepresidenta.
Entre ellos podrían estar los gobernadores de California
Gavin Newsom, Michigan Gretchen Whitmer y Pennsylvania Josh
Shapiro, quien también está en la pole position para la
vicepresidencia. También hay otros gobernadores: J. B. Pritzker
(Illinois), Tony Evers (Wisconsin) y Andy Beshear (Kentucky).
Tendrían que disputarse los delegados ganados por Biden en
las primarias y, si nadie pasa en la primera ronda, entrarían en
juego los 700 superdelegados, es decir, dirigentes y electos del
partido.
La hipótesis de una convención abierta es la más compleja
porque existe el riesgo de escisiones, divisiones y caos y,
sobre todo, de alienar el voto de las mujeres y los
afroamericanos, el núcleo duro del electorado demócrata. Esta
hipótesis de unas mini-primarias en Chicago es la que también
sugirió la expresidenta de la Cámara de Representantes Nancy
Pelosi. (ANSA).