ANSA/Ucrania: Zelensky arremete duro contra Orban

Por Alessandro Logroscino (ANSA) - WOODSTOCK, 18 LUG - Una cumbre paneuropea se lleva a cabo en Gran Bretaña encaminada a reactivar los vínculos entre los países de la Unión Europea (UE) y de fuera de la UE ante los desafíos y las "amenazas" del presente.
    Pero también es una cumbre marcada por el enfrentamiento abierto entre dos de los participantes más destacados: el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, y el primer ministro húngaro, Viktor Orban, invitados con otros 45 líderes del viejo continente -por Italia, Giorgia Meloni- por el nuevo primer ministro laborista británico, Keir Starmer: decidido a "restablecer" las relaciones post-Brexit con otros países de Europa, empezando por los expedientes de defensa y apoyo a Kiev, así como en el frente de la "inmigración ilegal".
    Se trata de una cita celebrada entre los ambientes aristocráticos del Palacio de Blenheim, en el verde de Oxfordshire, residencia de la familia Churchill desde principios del siglo XVIII y donde en 1874 nació el propio Winston: como si quisiera proyectar simbólicamente el recuerdo del primer ministro de la Victoria sobre el nazismo en el contexto del actual escenario de conflicto con Rusia de Vladimir Putin. Y que, sin embargo, no pudo evitar algunos elementos de fricción.
    No tanto sobre la reelección de Ursula von der Leyen como presidenta de la Comisión Europea, que se producía a las mismas horas al otro lado del canal de la Mancha con el voto en contra del partido de la primera ministra, que desde Inglaterra descartaba consecuencias sobre el papel del futuro comisario italiano. Cuanto más entre Zelensky y Orban.
    Presentado por Starmer al sonido de "Slava Ukraini" en la sesión de apertura de la cumbre, dedicada precisamente a la guerra ucraniana y a la "defensa de la democracia y la libertad", el líder de Kiev no le mandó a decir nada.
    "Si alguien en Europa -dijo Zelensky refiriéndose evidentemente al reciente viaje de Orban a Moscú, aunque sin mencionarlo explícitamente- trata de resolver los problemas a espaldas de otro, si alguien quiere visitar la capital de la guerra y tal vez prometer algo en contra de nuestro interés común o a expensas de Ucrania u otros países, ¨por qué deberíamos considerar a esa persona?".
    Palabras a las que el primer ministro húngaro -apoyado por su colega serbio Aleksandar Vucic, decepcionado por el hecho de que demasiados colegas "hablen solo de guerra"- ya había respondido de alguna manera unos minutos antes, reiterando rotundamente en su entrada al Palacio de Blenheim que considera "imposible cualquier solución en el campo de batalla" en Ucrania; y, por lo tanto, cualquier solución que no sea una negociación con el Kremlin. "Vladimir Putin -la réplica de Zelensky- hasta ahora fracasó en su intento de dividir" a Europa y Occidente sobre el apoyo a Kiev y no debe alentarse en este camino.
    En sus palabras, Moscú no logró "éxitos significativos" en su "agresión", a pesar de sacrificar "decenas de miles" de militares, gracias a "la valentía de los guerreros ucranianos" y al apoyo asegurado a Kiev por las naciones aliadas.
    Sin embargo, no da señales de "desescalada", razón por la cual es necesario "seguir siendo valientes" y garantizar a Ucrania "una defensa aérea cada vez más fuerte". Una lectura que, tonos polémicos aparte, Starmer mostró compartir plenamente al final de la cumbre, en continuidad sobre este tema con los anteriores gobiernos conservadores.
    Sin embargo, en un contexto marcado no solo por su nuevo papel como inquilino entrante de Downing Street, sino también como anfitrión entusiasta de un foro destinado a revitalizar la cooperación intereuropea.
    El encuentro fue saludado también por una recepción ofrecida por el rey Carlos III y extendida de hecho a todos los países de Europa (incluido el ex Cáucaso soviético) con la sola exclusión de Rusia y Bielorrusia y la ausencia de Turquía debido a la decisión de Recep Tayyip Erdogan de ignorar el evento. Evento dedicado, Ucrania aparte, a temas como la energía, la conectividad, "la defensa de las democracias contra la injerencia externa".
    Pero, sobre todo, el tema de los migrantes, objeto de una sesión ad hoc copresidida por Meloni y el primer ministro albanés, Edi Rama, junto con Starmer, quien en la conferencia de prensa final señaló precisamente este desafío como uno de los frentes privilegiados de un "nuevo vínculo de amistad y confianza en Europa", evocando nuevos acuerdos, en particular con Francia, y más en general una cooperación multilateral -también deseada por Giorgia Meloni en un cara a cara confirmado como cordial por Sir Keir- basada sobre instrumentos "eficaces" e intercambios de inteligencia, no sobre "expedientes" retóricos como el difunto plan Ruanda.
    Mientras que en la confirmación de una página del post Brexit que puede comenzar a cerrarse, aunque sin retorno, no faltaron las felicitaciones a von der Leyen: interlocutora confirmada, escribió Starmer, con quien "trabajar estrechamente" para dar alguna concreción al deseado "restablecimiento de las relaciones" Londres-Bruselas. (ANSA).