Por Antonio Fatiguso
(ANSA) - PEKIN, 19 LUG - El compromiso de "neutralizar" los
peligros económicos y aplicar controles sociales más estrictos
con el objetivo de "prevenir riesgos ideológicos" y garantizar
la estabilidad es la receta del presidente Xi Jinping para
devolver a China a la senda virtuosa del crecimiento.
En medio de tensiones con Estados Unidos destinadas a
aumentar ante el eventual regreso de Donald Trump a la Casa
Blanca, también tiene en cuenta los factores geopolíticos
desestabilizadores y asegura que el país asiático debe "liderar
la gobernanza global".
El tan esperado Tercer Pleno del Comité Central del Partido
Comunista, que cerró hoy su cónclave rojo de cuatro días, dio a
la seguridad nacional el mismo nivel de importancia que al
crecimiento económico en las estrategias políticas de mediano y
largo plazo.
"Es necesario coordinar el desarrollo y la seguridad,
implementar diversas medidas para prevenir y resolver riesgos en
sectores clave como el inmobiliario, la deuda de los gobiernos
locales y las pequeñas y medianas instituciones financieras",
según la nota difundida por la agencia Xinhua.
Además, China debe "tejer una densa red de prevención y
control de los riesgos de seguridad social y mantener
eficazmente la estabilidad social", intensificando al mismo
tiempo la propaganda estatal.
El comunicado del tan esperado nombramiento quinquenal, que
reunió a los 363 miembros titulares y suplentes del Comité
Central, destacó enfáticamente el "desarrollo de alta calidad
confiado a las nuevas fuerzas productivas", según el lema
promovido por el líder comunista.
En otras palabras, China se está centrando en inversiones en
industrias de alta tecnología, desde inteligencia artificial
hasta vehículos eléctricos y energía verde. Y la combinación con
la seguridad nacional ha renovado las ambiciones como
superpotencia autosuficiente de alta tecnología: para 2035, el
país asiático tendrá un "sistema de economía de mercado
socialista de alta calidad".
Una mención al plan 2026-2030 que se elaborará según la
"visión" presidencial. Xi ha centrado su atención en la
fabricación de alta tecnología en lugar del consumo interno, que
según los analistas es crucial para la recuperación total: el
magro aumento del 2% en las ventas minoristas en junio provocó
el compromiso de "ampliar activamente la demanda interna".
En cuanto a los asuntos exteriores, el Partido Comunista
Chino (PCC) aspira a un mundo multipolar con un papel reducido
de Estados Unidos.
"La modernización de China es un camino de desarrollo
pacífico, pero es necesario apoyar un mundo con múltiples
polos", señala.
En los próximos días se darán a conocer más detalles y
contenidos de la reunión, pero mientras tanto la nota informa
que el partido aceptó la "dimisión" del exministro del Exterior
Qin Gang, destituido en 2023 sin explicaciones oficiales y
sustituido por su predecesor Wang Yi.
Y expulsó al exministro de Defensa Li Shangfu y a los
generales de la Fuerza Nuclear y de Misiles del Ejército Popular
de Liberación, Li Yuchao y Sun Jinming, por "violaciones graves"
tras la investigación anticorrupción sobre adquisiciones
militares.
Por último, las imágenes de Xi en la reunión plenaria,
difundidas por la tarde por la cadena estatal CCTV, parecían ser
una respuesta a los rumores que circulaban en las redes sociales
sobre un derrame cerebral que habría sufrido el líder el primer
día del encuentro, replicando un guión que ya se había emitido
en escena hace dos años. (ANSA).