(ANSA) - ROMA 17 JUL - Hay muchos alimentos que prometen
ayudar al rendimiento masculino, mejorando la funcionalidad y la
salud sexual, pero también combatir la infertilidad, un problema
creciente que, hoy en día, afecta a entre el 15 y el 20% de las
parejas a nivel mundial.
De la nuez moscada al clavo de olor, del jengibre a la
granada, un estudio italiano dirigido por el Instituto de
Farmacología Traslacional del Consejo Nacional de
Investigaciones (CNR), presentado en el reciente congreso
nacional de la Sociedad Italiana de Andrología (SIA) y publicado
el pasado mes de noviembre en Current Research in Food Science,
cuantifica ahora por primera vez el efecto de una dieta
saludable como la mediterránea ecológica en la mejora de los
niveles de testosterona y la lucha contra la infertilidad.
"Las causas de la infertilidad masculina pueden ser
diferentes - explica Alessandro Palmieri, presidente de SIA y
profesor de Urología en la Universidad Federico II de Nápoles -.
El estilo de vida, los factores ambientales, el estrés y las
condiciones socioeconómicas son factores importantes".
De hecho, una dieta incorrecta puede acentuar los efectos
nocivos y prooxidantes del estrés y la contaminación y provocar
la fragmentación del ADN en los espermatozoides, uno de los
factores que subyacen a la infertilidad masculina".
"La dieta mediterránea es universalmente reconocida como
beneficiosa para mantener la salud general y reducir la
incidencia de las principales enfermedades crónicas", continúa
Fabrizio Palumbo, director médico del Hospital de Urología de la
UOC Ospedale Di Venere de Bari.
Fueron seguidos 50 hombres de entre 35 y 45 años, de peso
normal, no fumadores y que no consumieran alcohol habitualmente,
sin enfermedades crónicas ni varicoceles.
"Se observó que los sujetos, 3 meses después de iniciar la
dieta, registraron un aumento del 116% en los niveles de
testosterona. Al mismo tiempo, con una reducción de los
carbohidratos y un aumento de los antioxidantes a través del
consumo diario de frutos rojos y un mínimo de 3 porciones de
verduras frescas al día, reportaron una reducción en el
porcentaje de espermatozoides con ADN fragmentado que cayó al
23,2% frente al 44,2% inicial", explica Verónica Corsetti,
bióloga nutricional, investigadora del CNR, presidenta de la
Asociación "Fertilelife" y primera autora del estudio. (ANSA).