(ANSA) - BUENOS AIRES, 16 LUG - El presidente argentino,
Javier Milei, ha implementado una profunda reforma del servicio
de inteligencia y centralizó su control en la órbita directa del
poder ejecutivo.
A través de un decreto, Mielo disolvió la Agencia Federal de
Inteligencia (AFI) y restauró la antigua Secretaría de
Inteligencia del Estado (Side), que depende directamente del
presidente.
Un comunicado de la Presidencia justifica la iniciativa
basándose en la "desnaturalización de la AFI", que en gobiernos
anteriores, sostiene, fue "utilizada para actividades
irregulares como espionaje interno, tráfico de influencias y
persecución política".
La Side -al frente del cual está el actual comisario de la
AFI, Sergio Neiffert- tendrá a su vez el control de otros cuatro
organismos que componen el sistema de inteligencia argentino.
Se trata del Servicio de Inteligencia Argentino (SIA),
dedicado al análisis de información estratégica a nivel global y
a la prevención de amenazas externas; la Agencia de Seguridad
Nacional (ASN) para delitos federales complejos y la vigilancia
de amenazas de organizaciones criminales y terroristas; la
Agencia Federal de Ciberseguridad para la protección de la
infraestructura de información crítica y la División de Asuntos
Internos, órgano de autocontrol y supervisión de los otros tres
organismos.
La centralización de poderes también afecta directamente al
aparato de inteligencia de los ministerios de Seguridad y
Defensa, dado que la Side también administrará los fondos
reservados de estos dos ministerios. (ANSA).