Por Michele Esposito
(ANSA) - BRUSELAS, 10 APR - El Parlamento Europeo aprobó hoy,
luego de un debate tenso, el pacto de Migración y Asilo, pese a
que se trata de un conjunto de normas que genera resquemores en
la extrema derecha, que dice que carece de dureza, y también en
la izquierda y parte del centro político, que estiman que
restringirá más aún los derechos de los inmigrantes
Sin embargo, las reglas sobre la futura política migratoria
y de asilo de la UE lograron aprobarse y significó un respiro
para a presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
Su rechazo, de hecho, habría tenido consecuencias
impredecibles para Europa, pero muy predecibles para quien
encabeza el PPE, es decir, golpe quizás definitivo a su
confirmación de cara a las próximas elecciones.
No fue así y se notó en la sonrisa con la que Von der
Leyen, acompañada por la presidenta del Parlamento Europeo,
Roberta Metsola, se presentó a los periodistas.
En los dos meses que separan a la UE de las elecciones,
mucho se hablará, o al menos se susurrará, sobre los altos
cargos de las instituciones comunitarias.
Un nombre en particular que circula desde hace semanas es el
del expremier italiano Mario Draghi.
No es ningún misterio que el ex primer ministro sea del
agrado del presidente francés, Emmanuel Macron -quien desearía
un presidente imparcial de la Comisión-, de los liberales y de
quienes aspiran a un perfil potente para un relanzamiento del
bloque basado ante todo en la economía.
Además, la receta de Draghi, que presentará su informe
sobre la competitividad de la UE en junio, ya es bastante clara:
"Europa necesita una política económica exterior, su futuro,
frente a los desafíos globales, se construye sobre la unidad",
explicó el El ex presidente del BCE al recibir el premio de la
Academia Americana de Berlín en Nueva York.
El nombre de Draghi figura, en los pasillos de Bruselas,
entre los candidatos tanto a la presidencia del Consejo Europeo
como a la de la Comisión, sin perjuicio de un punto: ambas las
deciden en primer lugar los países miembros, pero sobre la
segunda no será fácil convencer al PPE de dar un paso al
costado.
Además, la votación sobre los inmigrantes premia
principalmente a los Populares de Manfred Weber y su plan de
ampliar la mayoría hacia la derecha.
En el PPE recibieron con "satisfacción" el hecho de que
Hermanos de Italia, rompiendo con la posición oficial del Grupo
de Conservadores y Reformistas (ECR), haya votado sí a 8 de los
diez textos del Pacto.
"Lo salvó, fue una prueba de responsabilidad", explicaron
fuentes del grupo, apuntando contra los Verdes y el PD, que,
como el M5S, pero también en gran medida como la Liga, se
opusieron al compromiso.
El sí al Pacto, en los planes del PPE, es un sí a una
mayoría más inclinada hacia la derecha, pero siguiendo la estela
del europeísmo, donde la puerta sigue cerrada a los
nacionalistas pero ciertamente no a una parte de la derecha,
empezando por la liderada por la premier italiana, Giorgia
Meloni.
En Hermanos de Italia, por otra parte, se sigue con
atención el camino no muy fácil de la candidata Von der Leyen.
Y se tiene la conciencia de que, si es cierto que el PPE
tiene 13 líderes de 27, también lo es que el eje Macron-Scholz,
si se opusiera a Von der Leyen, seguiría siendo decisivo.
Por eso, para Meloni, lo primero y más importante será
aprovechar el momento.
Nadie entre su gente le dijo que no oficialmente a Draghi.
Y la opción de alguien que encabece el ECR, que ya no está
excluida, ayudaría a la premier a ganar tiempo.
El apoyo a Von der Leyen no está del todo excluido, pero
debe ser examinado y, en cualquier caso, surgirá un poco durante
la campaña electoral, también porque, para Hermanos de Italia,
se prevé teóricamente una coexistencia incómoda con socialistas
y liberales.
La partida de los altos cargos, antes de principios de
junio, será difícil de definir. Y con varios planes B que,
sobre el papel, hacen compañía a Von der Leyen en el PPE: desde
la propia Metsola hasta el primer ministro griego, Kyriakos
Mitsotakis. (ANSA).