(ANSA) - ROMA, 02 MAR - "Hoy nos sentimos violados", resumió
Claudio Lotito, presidente de una Lazio que cayó por 1-0 de
local frente al Milan en el inicio de la vigésimo séptima fecha
del campeonato y terminó el partido con tres expulsados.
"El equipo está mortificado, ha sufrido un trauma psicológico",
agregó al afirmar que "cuando el sistema ya no garantiza
credibilidad, te obliga a recurrir a los responsables de hacer
cumplir las leyes. ¨Pero nosotros, a quiénes deberíamos
acudir?", se preguntó.
"Quizás a quienes acuden todos los ciudadanos cuando hay una
violación de las leyes y de los reglamentos", se respondió
Lotito al calificar lo sucedido como la "crónica de una muerte
anunciada", parafraseando el título de la novela del escritor
colombiano Gabriel García Márquez.
"No es la primera vez que nos sucede algo así y cuando las
situaciones se reiteran, quedan de lado los méritos deportivos",
afirmó al advertir que "o el sistema se corrige de forma
autónoma o se debe recurrir a un órgano externo".
"En el deporte hay que ganar por merecimientos propios y existe
un límite para todo que no debe superarse, pero hoy se superaron
todos los límites y esto se repite desde hace mucho tiempo",
consideró.
Consultado acerca de qué pensarán en la UEFA sobre lo ocurrido
hoy en el Estadio Olímpico, Lotito respondió encogiéndose de
hombros: "La verdad, no lo sé".
Un post-partido caliente tras las expulsiones decididas por
árbitro Marco Di Bello, quien a los 57' mandó a las duchas a
Luca Pellegrini por doble amonestación y en tiempo de descuento
le mostró tarjeta roja directa al montenegrino Adam Marusic por
exceso verbal y al francés Mattéo Guendouzi por reaccionar a una
falta, todos ellos jugadores de Lazio.
Lotito aclaró que no cruzó palabra con el juez del partido: "No
suelo hablar con los árbitros porque no mantengo ningún tipo de
relación con ellos", pero aseguró que "deben ser capaces de
entender cuál es el punto de equilibrio y cuál el de ruptura".
"Yo suelo ser moderado y trato de encontrar un punto en común,
pero hoy no estoy en condiciones de hacerlo", completó al
aclarar que la continuidad del entrenador Maurizio Sarri está
"fuera de discusión" a pesar de esta nueva derrota porque -dijo-
"repito, el equipo no tuvo responsabilidad alguna en esta
derrota".
El técnico del Milan, Stefano Pioli, terció en la polémica al
considerar que la expulsión de Pellegrini por doble amarilla fue
correcta debido a que el jugador de Lazio derribó al
estadounidense Christian Pulisic de mala manera al suponer que
el juego se había detenido porque un compañero suyo yacía en el
suelo.
"El árbitro no había interrumpido el juego", recordó el DT
"rossonero" al afirmar que "Pulisic es un jugador más que
correcto y continuó con la jugada por ese motivo. No veo por qué
debió haberse detenido, siendo que ellos tampoco tiraron al
balón fuera de la cancha".
Más allá de la polémica por el arbitraje, Pioli se enfocó en el
triunfo y dijo que "en los últimos partidos como visitantes nos
habían marcado muchos goles llegándonos poco y por eso es
importante que hoy no nos convirtiesen". (ANSA).