Por Laurence Fig…-Talamanca
(ANSA) - ROMA, 28 NOV - Otros 10 rehenes israelíes, en su
mayoría ancianas del kibutz de Nir Oz, y dos tailandeses, fueron
liberados por Hamás en el quinto día de tregua en Gaza, a cambio
de la liberación de otros 30 detenidos palestinos (15 mujeres y
15 menores).
Con un protocolo probado que Occidente, con Estados Unidos a
la cabeza, querría extender más allá de la primera prórroga de
dos días, y consolidar hasta el punto de suponer un alto el
fuego más o menos permanente, si no el fin de la guerra.
Este sería el objetivo, según el Wall Street Journal, de los
principales mediadores reunidos en Doha en estas horas: el jefe
de la CIA, William Burns, el jefe del Mossad, David Barnea, en
conversaciones con el primer ministro qatarí, Mohammed bin
Abdulrahman al Thani, y el jefe de la inteligencia egipcia,
Abbas Kamal.
Israel, sin embargo, ya hizo saber que no está dispuesto a
prorrogar la tregua, que debería expirar al amanecer del jueves,
más allá del próximo domingo, por un total de 10 días, según
Haaretz que cita a un funcionario informado de las
conversaciones.
La tregua concedió hasta ahora cierto alivio a la población
civil de Gaza, gracias también a una afluencia cada vez mayor de
ayuda humanitaria, pero sobre el terreno ya parece pender de un
hilo. De hecho, el ejército israelí informó que tres bombas
controladas a distancia explotaron en el norte de la Franja, dos
de las cuales "cerca del hospital de Rantisi, en la línea de
alto el fuego", y una tercera cerca de una unidad de la Brigada
261.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) afirmaron que en uno
de estos incidentes se abrió fuego contra los soldados, que
respondieron al ataque.
"Algunos militares resultaron heridos, pero no de gravedad",
añadió el portavoz.
Hamás, a su vez, acusó a Israel de "una flagrante violación
del acuerdo de alto el fuego", a lo que "nuestros combatientes
reaccionaron".
"Estamos comprometidos con el alto el fuego mientras Israel
esté comprometido. Llamamos a los mediadores a presionar a
Israel para que respete todos los acuerdos, en la tierra y en el
cielo", añadió el grupo palestino. El incidente no tuvo
secuelas, pero fue suficiente para hacer temer lo peor.
En la mesa de negociaciones, también se intentaría ampliar
el acuerdo a la liberación de los rehenes varones y de los
soldados israelíes, a cambio de un número mucho mayor de
palestinos en comparación con la proporción de 3 a 1 del acuerdo
actual (el WSJ habla de miles) y un alto el fuego a largo plazo.
Burns también está presionando para la liberación inmediata
de los rehenes estadounidenses, estimados entre 8 y 9, mientras
que se espera que el Secretario de Estado, Antony Blinken,
regrese a Israel y Cisjordania en los próximos días para
reiterar "el derecho de Israel a defenderse en línea con el
derecho internacional humanitario" y discutir cómo continuar
"los esfuerzos para asegurar la liberación de rehenes, proteger
a los civiles durante las operaciones israelíes en Gaza y
acelerar la asistencia humanitaria", dijo el Departamento de
Estado.
El primer ministro Benjamín Netanyahu, sin embargo, insistió
en que una vez que los rehenes previstos en el acuerdo, es decir
"mujeres, niños y extranjeros", sean devueltos a casa, Israel
"continuará la batalla" contra Hamás.
Pero en vista de la operación militar en el sur de la
Franja, Estados Unidos todavía quiere convencer a Israel de
llevar a cabo "una campaña diferente", de actuar "con extrema
precaución para minimizar las consecuencias de nuevos
desplazamientos significativos" y de alguna manera "que eviten
en la medida de lo posibles conflictos con instalaciones
humanitarias, incluidos los numerosos refugios de la ONU
ubicados en el centro y sur de Gaza", dijo un alto funcionario
de la Casa Blanca en una sesión informativa telefónica.
En sustancia, Washington no quiere revivir los escenarios de
la primera fase de la guerra, con las estructuras de la UNRWA
llenas de desplazados afectados por los ataques aéreos, ni el
éxodo masivo del norte al sur: "Sería más que perturbador. Iría
más allá de la capacidad de cualquier red de apoyo humanitario,
por muy fortalecida o robusta que sea", añadió el funcionario,
informando que la respuesta de Israel parecía "receptiva".
"Existe conciencia de que en el sur se debe realizar un tipo
de campaña diferente a la que se lleva a cabo en el norte",
concluyó, poniendo sobre la mesa, además de la ayuda
humanitaria, también la posible reapertura del cruce de Kerem
Shalom para el ingreso de 3-400 camiones por día de bienes
comerciales. (ANSA).