Por Milagros Rodríguez
(ANSA) - CARACAS, 20 FEB - El próximo sábado se cumplen 27
años del levantamiento popular contra el gobierno de Carlos
Andrés Pérez que abrió el camino a la revolución bolivariana de
corte socialista, liderada años después por el fallecido
presidente Hugo Chávez y que hoy vive, según analistas, su
"momento de prueba".
Varios expertos sostienen que Venezuela se encuentra hoy
sumida hundida en una crisis económica "peor" a la que originó
el estallido que dejó centenares de muertos en Caracas, mientras
otros aseveran que es imposible que se reitere una revuelta como
la que se produjo en el llamado Caracazo, en 1989.
"El panorama está muy difícil, estamos viviendo una
experiencia muy negativa y más grave que la de esa época", dijo
el analista político Carlos Romero en diálogo con ANSA.
En ese sentido, para Romero, muy crítico del gobierno
venezolano, no se descarta "que se den condiciones favorables a
un levantamiento social como el que se vivió". El analista recordó que el Caracazo fue algo "muy sorpresivo
que se gestó a pesar que el pueblo tenía mucho optimismo y
esperanza en salir de la crisis con Pérez, pero aun así no se
pudo detener". El "Sacudón" social ocurrió entre el 27 y 28 de febrero en
rechazo al alza en los precios de la gasolina, los alimentos y
los servicios.
Esa decisión y otras medidas formaron parte del llamado
"paquetazo económico" del Fondo Monetario Internacional (FMI)
que implementó Pérez, durante su segundo gobierno (1989-1993). "Esos hechos fueron un factor primario y esencial en el
proceso revolucionario, pero a 27 años de esas protestas la
revolución vive hoy su momento de prueba en un país que cambió
todo", afirmó. A juicio de Romero, "Venezuela cambio de un régimen
democrático a uno no democrático y dejó de ser un país que
prometía desarrollo a ser un país estancado.
"En 27 años sólo han habido cambios profundos negativos,
mucha violencia y división entre los venezolanos", prosiguió.
El analista también criticó al presidente venezolano, Nicolás
Maduro, por las medidas económicas que tomó para enfrentar la
crisis, entre ellas, el alza en la gasolina, devaluación de la
moneda y ajustes en los precios.
"Son medidas cosméticas que no implican ningún cambio en el
modelo económico que se ha aplicado en Venezuela en los 16
últimos años", fustigó. Venezuela registra un proceso de alta inflación, que cerró
con un acumulado de 180,9% en 2015, según datos del Banco
Central, así como índices elevados de "inseguridad y de
corrupción" y escasez y desabastecimiento de alimentos y
medicinas. "Bajo estas condiciones no hay excusas para un referendo
revocatorio, que es constitucional, viable y representa el
camino pacífico para el cambio pero que además pone a prueba la
voluntad del gobierno", aseveró. Sin embargo, para el catedrático Alfonzo Rodríguez, analista
político y miembro del partido gobernante, "la revolución va a
sortear esta situación y si la oposición se lanza a un
revocatorio contra Maduro la vamos a derrotar". Rodríguez admitió que "estamos pasando por una dificultad
económica y nuestra preocupación de fondo es cómo se le
garantiza la alimentación al pueblo que está desmoralizado". El catedrático subrayó además que pese "a la guerra económica
no hay condiciones para una asonada del pueblo al estilo del 27
de Febrero de 1989".
Eso no será posible, según Rodríguez, ni aún cuando Lorenzo
Mendoza, dueño de empresas Polar, el mayor conglomerado privado
productor de alimentos y bebidas en Venezuela, "trate de reducir
la capacidad de venta de la harina precocida, que es con lo que
creen que nos van a someter".
"No están dadas las condiciones para que el Caracazo se
repita, porque las realidades históricas son realmente
distintas", afirmó. Rodríguez precisó que en 1989 "el pueblo estaba en un estado
de inacción, no tenía capacidad adquisitiva, los salarios eran
paupérrimos mientras que ahora el pueblo tiene capacidad de
compra y cuenta con las Misiones que atienden la salud,
educación, alimentación y vivienda". "La revolución no se va acabar por esta guerra económica ni
por la batalla que perdimos en las legislativas del 6 de
diciembre, tampoco el presidente va dejar el poder antes del
2019", insistió.
"Pero -agregó Rodríguez- si llegase a suceder un magnicidio o
intentan con medidas contrarrevolucionarias salirse del pacto de
convivencia, estamos dispuestos a disolver todo y tomar el
control del Estado por completo para defender el legado de
Chávez".
RBY-ADG/MRZ
24/02/2016 19:56
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