Por Milagros Rodríguez
CARACAS, 4 (ANSA)- El descontento popular por el alto costo de
la vida, el desabastecimiento y escasez de alimentos y productos
básicos jugará un papel decisivo en las elecciones
parlamentarias del próximo 6 diciembre en Venezuela, según
interpretaron hoy analistas locales. La contienda electoral que se perfila como una de las más
difíciles en los últimos 16 años de la revolución bolivariana,
según los expertos, coloca a los opositores al gobierno de
Nicolás Maduro en situación de ventaja por el llamado "voto
castigo". Mientras, el chavismo deberá enfrentar el reto de motivar y
agrupar a sus seguidores para defender el modelo de inclusión y
las políticas sociales conquistadas con miras asegurar el
triunfo y la continuidad del socialismo del siglo XXI. "Hay una gran incertidumbre producto de que no hay un
consenso de lo que está pasando en Venezuela en materia política
y económica", afirmó el catedrático y analista, Carlos Romero en
conversación con ANSA. Para el experto, es "interesante ver que es la primera vez
que una situación económica se relaciona con un proceso
electoral" en el país. "Indudablemente -prosiguió- estamos inmersos en una crisis
pero no está claro hasta qué grado esa crisis está afectando el
comportamiento electoral, pareciera que, de acuerdo con
encuestas, hay una mayoría evidente de venezolanos que han dicho
que van a votar por la oposición". Pero, por otra parte, hay que tener en cuenta el nivel de
abstención de personas "que no comprometen su intención de voto
que también es muy alta", afirmó el experto. De acuerdo con el Consejo Nacional Electoral (CNE), de los 30
millones de habitantes de este país, 19.504.106 ciudadanos
inscritos en el padrón electoral acudirán a las urnas a
comienzos del próximo mes de diciembre para elegir a los 167
diputados que integran la Asamblea Nacional. El parlamento venezolano está dominado por el chavismo, con
99 diputados del gobernante Partido Socialista Unido de
Venezuela (Psuv) y sus aliados frente a 67 de la coalición
opositora autodenominada como Mesa de la Unidad Democrática
(MUD).
"La incógnita es hasta qué punto la abstención va a permitir
un juego y un resultado cerrado y si no hay abstención entonces
va a haber una gran avalancha y eso pareciera que va a favorecer
el resultado de la oposición", comentó Romero. Asimismo, sostuvo que si bien se trata de una elección
difícil como todas las que se han registrado en los últimos 16
años, "no hay que exagerar y decir como algunos voceros
sostienen que se trata de una votación definitiva porque se está
jugando la democracia". "Esta es una elección parlamentaria no es presidencial pero
no por eso no podemos dejar de lado que el gobierno y el Psuv
han venido colocando una serie de tabas para el buen
desenvolvimiento de la actividad electoral y sobre todo de la
oposición", fustigó. En este sentido, expresó que "las inhabilitaciones políticas
de alguno candidatos banderas de la oposición, la manipulación
del registro electoral con las llamadas mesas electorales
móviles, la incertidumbre sobre la tarjeta única de la MUD sobre
si va hacer reconocida o no".
"Y -agregó- lo más importante, el rechazo del gobierno y del
oficialismo a la observación internacional contribuyen a que
haya una situación difícil" de cara a las parlamentarias. Por su parte, el sociólogo Óscar Schemel, director de la
encuestadora Hinterlaces, con tendencia oficialista, coincidió
con Romero en afirmar que "hay mucha incertidumbre y frustración
con relación al futuro económico" entre los venezolanos
"Hoy en votos nacionales la oposición supera en intención de
voto al chavismo, pero es una realidad que puede cambiar", dijo
sin precisar cifras Schemel
En este contexto, aseveró que "este es el momento más difícil
para el chavismo, sobre todo por la situación económica y el
impacto fuerte que tiene la crisis sobre la posición política
por el desabastecimiento y la inflación y por el crecimiento
que registran los niveles de pobreza". "Hoy mucha gente no compra los productos y alimentos
esenciales no porque no los consiga sino porque no tiene
dinero. La inflación comienza a debilitar el modelo de
protección social y ahí hay que tomar medidas urgentes",
advirtió. Para Schemel la campaña electoral será " muy difícil y muy
dura".
"La confrontación va a llegar a niveles significativos, por
un lado la oposición intentando profundizar el descontento,
generar angustia, mayor incertidumbre con relación al futuro
económico, y por el otro, el chavismo convirtiendo a la
oposición en una amenaza al modelo de inclusión y a las
conquistas sociales y políticas que se han logrado durante estos
15 años", concluyó.
RBY-ADG/MRZ
04/08/2015 22:18
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