Por Marcos Romero
(ANSA) - CIUDAD DE MEXICO, 3 FEB - El río Atoyac, de unos
siete metros de ancho en la mayor parte de su cauce, que nace en
una zona montañosa del estado de Veracruz y desemboca en el
Golfo de México, desapareció misteriosamente casi de la noche a
la mañana, dejando a 50.000 personas sin agua.
Los especialistas presumen que este insólito fenómeno, que
desconcertó a los miles de pobladores de las zonas ribereñas
porque su principal recurso hidrológico se esfumó en unas 48
horas, podría deberse a una "fractura geológica". Gigantescos sorbos de agua se esfumaron en poco tiempo por la
grieta en el subsuelo, que mide 30 metros de largo por 20 de
ancho, señaló el director de Emergencias de Protección Civil del
estado de Veracruz, Ricardo Maza. La fractura en esta zona montañosa central de un estado rico
en recursos naturales alarmó a los campesinos que se sirven de
este cauce que atraviesa ocho municipios de la región, no sólo
para satisfacer la sed sino también para preparar sus alimentos
y para obtener recursos pesqueros. A causa del fenómeno las autoridades locales llamaron de
inmediato a expertos de la gubernamental Comisión Nacional del
Agua (Conagua). Habitantes de la comunidad llamada Rancho San Fermín, donde
se originó la gigantesca ranura, dijeron que el pasado domingo
por la noche se escuchó un estruendo y una sacudida telúrica
similar a un terremoto. Muy pronto, los habitantes de las riberas notaron con
preocupación que disminuía en forma alarmante el flujo de agua. El diario Noreste de Veracruz atribuyó esta hendidura a la
caída de un "aerolito", aunque por ahora ninguna autoridad ha
confirmado esta versión. El matutino cita a Juan Salas, vecino del Rancho San Fermín,
donde se formó la zanja, y dijo que el domingo por la noche vio
una luz de un objeto incandescente que cayó del cielo, se
escuchó una explosión que cimbró la tierra. Ahora, el panorama no puede ser más tétrico, pues donde el
agua corría por el cauce con toda su fuera, ahora sólo hay un
lecho de piedras y barro y los campesinos cruzan el cauce
caminando totalmente azorados. El diario dijo que pobladores se organizaron para enviar una
carta el presidente Enrique Peña Nieto, y al gobernador Javier
Duarte para que se investigue este extraño fenómeno. La Secretaría de Protección Civil de Veracruz señaló que la
abertura presuntamente conduce a mantos freáticos y se cree que
podrían surgir otras grietas. La falla surgió a tres kilómetros del nacimiento del río, en
el municipio de Amatlán de los Reyes, que abastece de agua a más
de 10.000 familias y a industrias azucareras de la región. La vía fluvial recorre los municipios de Atoyac, yanga,
Cuitláhuac, Carrillo Puerto, Cotaxtla y Medellín y desemboca en
el municipio de Boca del Río, vecino al puerto de Veracruz, en
el Golfo de México. Los residentes están angustiados y han convocado a rosarios y
oraciones en las iglesias católicas y evangélicas locales, pero
también reconocen que el caso podría deberse a la
sobrexplotación del río. En ciertas áreas lo que antes era una caudaloso corriente
sólo quedan algunas lagunas que se teme se sequen en poco
tiempo, provocando la muerte de plantas, peces y animales de los
alrededores. El alcalde de Atoyac, Agustín Mollinedo, conserva la
esperanza de poder todavía rescatar el río y lanzó un llamado a
las autoridades para recuperarlo. "Me da tristeza y coraje. Esto es preocupante. No puedo
imaginar algo más catastrófico. Tenemos que rescatar este
afluente, porque se mata no sólo a las especies, sino que es el
alma y vida de las comunidades", señaló. El intendente dijo que el río todavía puede salvarse porque
se conserva el nacimiento, debido a que la grieta se ubica a
varios kilómetros debajo de donde surge, pero habría que desviar
el cauce y construir diques, lo que podría resultar muy
complicado y costoso.
MRM/ACZ
03/03/2016 15:51
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