Por Marcos Romero
(ANSA) - CIUDAD DE MEXICO, 17 FEB - El papa Francisco afirmó
hoy ante reos de una prisión de México, considerada hasta hace 5
años la más peligrosa del país, que representa "un engaño social
creer que la seguridad y el orden solo se logra encarcelando". El Pontífice también lanzó un llamado a "frenar el círculo de
la violencia y la exclusión". Al iniciar la última jornada de su primera visita pastoral a
México, en la fronteriza Ciudad Juárez que colinda con Estados
Unidos, Francisco exhortó a los reclusos que "trabajan para que
esta sociedad que usa y tira a la gente no siga cobrándose
víctimas". En su elocuente mensaje, señaló a los presos "quien
experimentó el infierno puede volverse un profeta en la
sociedad" y dijo que" tenemos varias décadas perdidas pensando y
creyendo que todo se resuelve aislando, apartando, encarcelando,
sacándonos los problemas de encima". Se cree que "esas medidas solucionan verdaderamente los
problemas" pero se olvida que la verdadera preocupación debe
enfocarse en "la vida de las personas, las de sus familias, de
aquellos que también han sufrido a causa de este círculo de
violencia". "Las cárceles son un síntoma de cómo estamos en la sociedad,
en muchos casos de silencios, de omisiones, que han provocado
una cultura del descarte, de una cultura que ha dejado de
apostar por la vida y de una sociedad que poco a poco ha ido
abandonando a sus hijos", sostuvo el Sumo Pontífice. Además, habló de la reinserción y dijo que "no comienza acá
en estas paredes, sino antes, afuera, en la calle de la ciudad",
creando "un sistema de salud social, una sociedad que busque no
enfermar contaminando las relaciones en el barrio, en las
escuelas, en las plazas, en las calles, en los hogares". "El problema de la seguridad no se agota solamente
encarcelando, sino es un llamado a intervenir, afrontando las
causas estructurales y culturales que afectan a todo el
entramado social", agregó.
Durante la visita al llamado Centro de Readaptación Social
número 3, hoy convertido en "reclusorio modelo", el Papa habló
ante 750 reos, 500 hombres y 250 mujeres, con sus familias,
remodelado por los propios internos para esta ocasión muy
especial, a quienes pidió que "siembren semillas de esperanza". A su llegada, Francisco inauguró la capilla "Cristo
Salvador", remodelada por los propios reos, donde oro ante un
gran cuadro de la Virgen de Guadalupe y recibió el saludo de
Andrés Vargas Peña, encargada de la pastoral penitenciaria de la
Conferencia del Episcopado Mexicano
La reclusa Evelia Quintana, que se halla en la zona femenil
de la prisión, habló a nombre de los reos y dijo que "nos
sentimos profundamente bendecidos por regalarnos con su
presencia" y "hacerse uno con nosotros en esta cárcel". El papa saludó uno a uno a un grupo de mujeres y hombres
premiados por su buena conducta, a quienes besó abrazó, tocó el
hombro y estrechó la mano mientras tocaba una "rondalla", un
típico grupo musical que interpretó el "Cielito lindo" pero
también el tango "La Cumparsita" en honor a Jorge Bergoglio. Uno de los reos, llamado también Francisco, le entregó un
báculo de cedro rematado en un crucifijo que elaboró en el
taller de carpintería de la prisión, donde en 2011 murieron 17
reos durante un sangriento motín. El jefe de la Iglesia católica fue recibido en la prisión por
el padre Alberto Meléndez, a cargo de la pastoral penitenciaria
de la diócesis de Ciudad Juárez, además del gobernador de
Chihuahua, César Duarte, la procuradora general Arely Gómez y el
Comisionado Nacional de Seguridad Renato Sales. Esta prisión, que llegó a sobrepoblarse al grado de alojar
hasta a 3.000 reos, fue escenario del choque muchas veces entre
pandillas vinculadas con los cárteles de la droga entre ellas
Los Aztecas, Mexicles y Artistas Asesinos, que hace 5 años
contaban con unos 20.000 integrantes de menos de 20 años. La visita ocurre a seis días del peor motín en la historia de
México, en la prisión de Topochico, en la norteña ciudad de
Monterrey, donde murieron 49 reos, que evidenció la crisis del
sistema carcelario mexicano. Estos incidentes son comunes en las cárceles mexicanas, pues
apenas ayer hubo una rebelión en una cárcel de Ciudad Victoria,
estado de Tamaulipas, también en la frontera con Estados Unidos,
donde resultaron heridos 12 reos.
MRM-ADG/MRZ
17/02/2016 21:15
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