Por Marcos Romero
(ANSA) - CIUDAD DE MEXICO, 13 FEB - El papa Francisco criticó
hoy con dureza la desigualdad, a la que atribuyó fenómenos como
la corrupción y la criminalidad, en el marco de su primera
visita a México, al recibir la solemne bienvenida del presidente
Enrique Peña Nieto en el acto inaugural de su periplo. En la ceremonia, que tuvo una dimensión histórica pues es la
primera vez que un papa visita el Palacio Nacional, en el
corazón del centro histórico de la capital azteca, el pontífice
dijo que "el camino del privilegio o del beneficio para unos
pocos a expensas del bien de todos" se convierte "tarde o
temprano en caldo de cultivo para la corrupción". Otra de las consecuencias de esta disparidad son "el tráfico
de drogas, la exclusión de diferentes culturas, la violencia e
incluso el tráfico de personas, el secuestro y la muerte, que
causan sufrimiento y que obstaculizan el desarrollo", afirmó hoy
el primer papa latinoamericano. México es uno de los países más desiguales del mundo, donde
el 1% de la población recibe 21% de ingresos de todo el país,
según un estudio de la ONG Oxfam. Asimismo, enfrenta desde hace 9 años una espiral de violencia
derivada de la guerra contra el crimen lanzada por el gobierno
con apoyo de las Fuerzas Armadas que ha dejado más de 155.000
muertos y 28.000 desaparecidos. El Sumo Pontífice elogió la "cultura ancestral" y el "capital
humano esperanzador" de México, al que calificó como "un gran
país" y dijo que éste debe ser "fuente de estimulo para nuevas
formas de dialogo" destinado a resolver los problemas del país. Además, auspició la construcción de "puentes" que guíen por
"la senda del compromiso solidario" para construir "una política
auténtica humana y una sociedad en la que nadie se sienta
victima de la cultura del descarte".
Jorge Bergoglio dijo que "el gobierno mexicano puede contar
con la colaboración de la iglesia católica, que ha acompañado la
vida de esta nación". A su vez, Peña defendió al Estado laico vigente en el país,
el segundo más católico del mundo y dijo que "al velar por la
libertad religiosa, protege la diversidad humana". "A la iglesia les toca seguir promoviendo la esperanza, la
solidaridad, fraternidad y amor", afirmó Peña en el Patio de
Honor del Palacio Nacional, ante unos 1.500 invitados, entre
ellos miembros de su gabinete, del cuerpo diplomático y de la
sociedad civil. Peña abogó por el "respeto, tolerancia y entendimiento"
porque dijo que son "cualidades que (...) nos hacen mejores
personas" al margen de las creencias.
El mandatario afirmó que "las causas del Papa son también las
causas de México" y dijo que la presencia del Papa Francisco
contribuye a reafirmar nuestra voluntad colectiva por la paz y
la fraternidad, por la paz y la justicia". Previamente, el Papa y Peña se entrevistaron por unos minutos
luego de la llegada del pontífice anoche para su primera visita
de Estado y pastoral a México, la tercera de un papa al país.
El arribo del Papa a este acto, ocurrió tras un recorrido a
bordo del Papamóvil de 45 minutos desde la Nunciatura hasta el
corazón del centro histórico de la capital, a lo largo del cual
fue saludado por miles de fieles a la orilla de la ruta. El Pontífice inició su segunda jornada en México a las 8:45
locales (14:45 GMT), cuando salió de la Nunciatura Apostólica,
rumbo a hacia Palacio Nacional, pero antes se tomó unos minutos
para saludar a cientos de personas que le aclamaban fuera de la
sede diplomática. El jefe de la Iglesia católica bendijo imágenes religiosas,
abrazó a ancianos, recibió religiosos, impartió bendiciones y
habló con algunos fieles, muchos de los cuales acamparon en la
calle, en medio del intenso frío, cerca del sitio donde
pernoctó.
México, un país con 93 millones de católicos (83% de la
población), cuenta al mismo tiempo con un Estado rígidamente
laico, con una larga tradición de enfrentamientos entre la
Iglesia y el Estado. Entre 1926 y 1929 hubo incluso una "guerra
cristera" que arrojó unos 250.000 muertos cuando el gobierno
decretó el cierre de templos. Apenas en 1992, México y el Vaticano reanudaron relaciones
diplomáticas, después de más de un siglo de separación y un año
después se otorgó personería jurídica a las Iglesias. Empero, prevalecen diferencias en temas como el aborto, los
matrimonios entre homosexuales y los derechos humanos, que los
lleva a chocar de vez en cuando en foros mundiales.
MRM-ADG/MRZ
13/02/2016 18:53
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