Por Marcos Romero
(ANSA) - CIUDAD DE MEXICO, 10 FEB - El Papa Francisco hallará
en su primera visita a México desde el inicio de su pontificado
un país con el catolicismo en caída libre, a pesar de que aún es
considerado el segundo con mayor número de profesantes de esta
religión en el mundo. La nación que Juan Pablo II proclamó como "siempre fiel",
aparentemente ya no lo es tanto, sino escéptica y cada vez menos
católica.
"Si bien es cierto que el catolicismo sigue siendo
mayoritario, en términos culturales ya no puede reivindicar la
centralidad que tuvo durante siglos", asegura Roberto Blancarte,
investigador del Colegio de México. Desde la primera visita del Papa Juan Pablo II, hace 37 años,
la cifra de fieles que han desertado hacia otras creencias ha
sido de 8% y se espera que aumente a una velocidad mayor en los
próximos años. De hecho, entre 1970 y 2010, la "fuga de almas" desde la
religión mayoritaria se ubicó en 13%, mientras los bautizos,
confirmaciones y bodas religiosas se realizaron cada vez con
menor frecuencia, lo que mantiene alarmada a la jerarquía
católica. Francisco visitará el país entre el viernes y el 17 de este
mes. México ha sido históricamente un país mayoritariamente
católico al grado de que el primer censo realizado en el país,
en 1895, arrojó que en el 99,1% de la población se declaraba
profesante de esta religión. A la llegada de Juan Pablo II, en 1979, la cifra de católicos
había disminuido hasta un 96,2%, pero luego las cosas cambiaron
con mayor velocidad y para el año 2000, un año después de que
Karol Wojtyla visitara México por cuarta ocasión, el número de
creyentes se precipitó hasta el 88%. La situación más dramática de conversiones sobre todo a las
diversas corrientes protestantes se registró en los estados de
Campeche, Tabasco y Quintana Roo, en el siempre conflictivo
sureste profundo de México, con caídas de un 20%. Así, para 2010, había cerca de 93 millones de católicos, lo
que representaba al 83% de la población mexicana, según el
Instituto Nacional de Estadística y Geografía". Los expertos y jerarcas católicos intentan explicar este
fenómeno debido al problema de la educación, a los escándalos de
pederastia en que se ha visto sumida la Iglesia y las relaciones
que existen entre padres e hijos. "Los padres ya no socializan a los hijos en el catolicismo.
La Iglesia pierde a los jóvenes y a las generaciones nuevas, se
está transformando en una religión de viejos", señala Elio
Masferrer, investigador emérito del Instituto Nacional de
Antropología e Historia (INAH). El especialista, presidente de la Asociación Latinoamericana
para el Estudio de las Religiones, señala que "en cambio, en los
eventos de evangélicos hay jóvenes, con su rock cristiano y
hasta ranchera (campirana) cristiana".
Masferrer calcula que, entre 1980 y 2008, se redujo a la
mitad la cantidad de bautizos en México: sólo 73% de los menores
de siete años fueron bautizados. A su juicio, "hay un descrédito de la Iglesia Católica por
los escándalos por abusos sexuales y patrimoniales. Todos
conocen al novio del cura, o si tiene mujer e hijos. Ahí es
cuando comienzan a alejarse de la Iglesia", dijo Masferrer. Christophe Pierre, Nuncio Apostólico en México, señala que la
crisis de la educación en el país está en la raíz de la drástica
baja del catolicismo en México. Pierre recordó que en su última visita "ad limina" de los
obispos a Roma, el Sumo Pontífice les pidió "abandonar las
actitudes principescas y su zona de comodidad", que está
provocando el abandono de los creyentes de su religión. Después del catolicismo, el cristianismo es la religión más
común en México, donde se contabilizan al menos 8,3 millones de
cristianos protestantes, pentecostales y evangélicos. A ellos se agregan más de dos millones de personas creyentes
de la Biblia pero que no se reconocen como evangélicos, como los
adventistas del séptimo día (mormones) y los testigos de Jehová. El 4,6 por ciento de los mexicanos, la mayoría hombres entre
15 y 29 años, según las estadísticas, se declaran sin religión. La jerarquía católica atribuye también la situación imperante
a la caída en las vocaciones que ha hecho que sólo se cuente con
12.000 sacerdotes en el país, la mayoría mayores a los 75 años,
sin que haya suficientes jóvenes para reemplazarlos.
MRM/MRZ
10/02/2016 21:28
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