Por Marcos Romero
(ANSA) - CIUDAD DE MEXICO, 9 FEB - Zonas azotadas por el
crimen y rutas de partida y destino de las principales
corrientes migratorias, conforman las coordenadas de la visita
del papa Francisco a México, el segundo país más católico del
mundo, entre el 12 y el 17 del presente mes. Cinco estados de México, seis ciudades y 15 sitios en las que
abundan grupos vulnerables como los indígenas, los inmigrantes y
las víctimas de la violencia forman parte de la agenda del
primer viaje del Sumo Pontífice a esta nación de 121 millones de
habitantes. El Obispo de Roma visitará en primer lugar la capital, donde
combinará sus actividades protocolarias, con toda la pompa y
circunstancia que marca el protocolo, de Jefe de Estado del
Vaticano, que incluyen un encuentro a solas con el presidente
Enrique Peña Nieto con las pastorales. El acto quizá más emblemática en el ámbito religioso será una
visita a la Basílica de Guadalupe, el máximo recinto mariano del
país. Será la quinta vez que un papa asiste a este santuario, y
al que nunca pudo ir su antecesor Benedicto XVI, en su visita a
México de marzo de 2012, debido a problemas de salud. De la capital azteca, donde también estará en el Zócalo, la
principal plaza pública del país y la Catedral Metropolitana,
adyacente a este epicentro de manifestaciones y festejos, el
Papa irá el domingo 14 al sobrepoblado suburbio de Ecatepec, a
unos 30 kilómetros al norte de la metrópoli. Se trata de una zona que combina lo peor de los flagelos
sociales, golpeada lo mismo por la delincuencia y la migración
interna, que escenario de "feminicidios". En este sitio proliferan as "ciudades perdidas", el
equivalente mexicano de las favelas brasileñas que forman parte
del paisaje contrastante de los alrededores de las grandes urbes
latinoamericanas.
La visita a Chiapas, frontera sureste del país, que colinda
con Guatemala, reviste una importancia especial porque también
es puerta de entrada de la migración extranjera, principalmente
centroamericana. Chiapas cobra una relevancia especial para la visita del
Papa porque es uno de los estados con mayor población indígena
de México, donde coexisten etnias descendientes de la prodigiosa
civilización maya, como los tzotziles, tzeltales, tojolabales,
choles, zoques, mames y lacandones. Pero además Chiapas saltó a la fama por el levantamiento
zapatista de enero de 1994 y los sangrientos choques entre
católicos integristas y protestantes. El martes 16, viajará al estado de Michoacán, que vive un
renovado auge de violencia por el enfrentamiento entre grupos de
autodefensa y bandas criminales, y donde encabezará tres actos
masivos en diferentes escenarios en Morelia, la capital, cuyo
arzobispo Alberto Suárez fue recientemente nombrado cardenal. Se prevé, entre otras cosas, un encuentro con 20 mil
religiosos, religiosas, sacerdotes y seminaristas de todo el
país, en el Estadio Olímpico Venustiano Carranza, antigua sede
del equipo de fútbol Atlético Morelia, otro con unos 500 niños
en la Catedral de Morelia, y otra reunión con unos 50.000
jóvenes en el estadio Morelos, la nueva sede del club, ahora
llamado Monarcas Morelia. Finalmente, visitará Ciudad Juárez, frontera con Estados
Unidos y hasta 2011 una de las urbes más peligrosas del mundo,
zona de migración legal e ilegal hacia el país más poderoso del
mundo y también escenario de trasiego de droga así como
territorio de disputa de grupos criminales.
En Juárez, la última escala del agitado periplo pontificio,
el Papa será visto por miles de personas que han sido víctimas
de la violencia del crimen organizado que ha arrojado 151.000
muertos, 28.000 desaparecidos y unos 280.000 desplazados desde
que el gobierno declaró la guerra a las bandas de traficantes de
droga en diciembre de 2006. En este sitio, visitará una prisión, el Centro Penitenciario
número 3, que fue catalogada hace menos de un lustro como la más
peligrosa del mundo, y hoy está certificada y recién ganó un
premio por su "orden y control" en una competencia con prisiones
de países ricos como Holanda y a Suiza.
MRM-ADG/MRZ
09/02/2016 19:09
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