Por Marcos Romero
(ANSA) - CIUDAD DE MEXICO, 6 FEB - México, el país que
visitará el Papa Francisco entre el 12 y el 17 de febrero, ha
estado marcado por la cruz de la violencia desde 2006, pero
también se ha convertido en el más peligroso para ejercer el
sacerdocio en América Latina. "Ante la denuncia u oposición de la Iglesia por la presencia
criminal, como represalia se le priva de la vida a los
sacerdotes. Es un récord vergonzoso, junto con el de periodistas
asesinados", dijo el vocero de la Arquidiócesis de México, Hugo
Valdelamar. "Antes nos respetaban pero ahora los criminales han rebasado
los límites", afirmó el portavoz respecto al alto número de
sacerdotes asesinados en manos de la delincuencia organizada. Un informe reciente del Centro Católico Multimedial (CCM)
indicó que México cumple una década como primer lugar en
crímenes de odio contra sacerdotes, religiosos y laicos, seguido
de Colombia, Brasil y Venezuela.
Sólo en los tres primeros años de la gestión del actual
presidente Enrique Peña Nieto han sido asesinados 11 sacerdotes,
un seminarista y un sacristán laico y dos presbíteros se
encuentran desaparecidos. Según el CCM, en su reporte "25 años de sacerdocio en línea
de fuego", el Papa viajará a cuatro de los estados donde ser
religioso puede ser considerada una de las actividades más
riesgosas. Jorge Bergoglio "podrá constatar que nuestro país vive una
gravísima crisis, sobre todo, lo que refiere al sector
religioso, toda vez que desde hace 25 años ejercer el sacerdocio
es una profesión de alto riesgo", de acuerdo con el informe,
difundido en diciembre pasado. Por ejemplo, el estado de Chiapas, sureste del país, en la
frontera con Guatemala, se ha caracterizado por una encarnizada
disputa entre grupos protestantes y católicos, que se ha teñido
de sangre en no pocas ocasiones y Michoacán, en el sur, donde el
crimen organizado ha plagiado y asesinado a más sacerdotes. En los últimos 12 meses, dos sacerdotes perdieron la vida
tras ser secuestrados: Francisco Gutiérrez, de la Confraternidad
de los Operarios del Reino de Cristo de la Arquidiócesis de
Morelia, Michoacán, y Erasto Pliego, párroco de Cuyoaco,
adscrito a la Arquidiócesis de Puebla, asesinado a sangre fría. Los últimos 25 años han tenido un "saldo rojo" por la
violencia desbordada contra los religiosos, resultado de
asesinatos, secuestros, extorsiones y robo a mano armada en los
templos católicos, según el recuento del CCM. De 1990 a 2015, aumentaron 275% los homicidios contra
sacerdotes y agentes de la pastoral, expuso. "El hecho es alarmante y trágico, porque revela que este
fenómeno no ha sido atendido por el actual gobierno mexicano, al
menos durante los tres años de su gestión", señala. Entre 1990 y 2015, han sido asesinados un cardenal 38
sacerdotes, un diácono, cuatro religiosos, cinco
laicos-sacristán y una periodista católica en México. El caso más escandaloso ocurrió el 24 de mayo de 1994, cuando
fue asesinado el arzobispo de Guadalajara, occidente del país,
Juan Jesús Posadas Ocampo, por un grupo de hombres armados de la
banda de los hermanos Arellano Félix, que supuestamente lo
confundieron con el jefe criminal Joaquín "El Chapo" Guzmán. Las acciones contra la religión más usuales, según la fuente,
son el secuestro y la tortura, con 44% de los casos, pero
también hay casos de robo a parroquia (35%), agresión callejera
(15) y causa desconocida (6%). El estado sureño de Guerrero, en las costas del Pacífico, uno
de los más violentos del país, y la Ciudad de México, son los
lugares más peligrosos para el ejercicio ministerial, con 15% de
casos cada uno, lo que quizá explica la crisis de vocaciones que
existe en torno al sacerdocio. La lista menciona enseguida a los estados de Chihuahua
(norte) y Michoacán (sur) con 9% cada uno, Veracruz (costas del
Golfo de México) con 8%, Baja California (norte), Tamaulipas
(norte) y Puebla (centro), con 6% cada uno y Oaxaca (sureste)
Jalisco (occidente), Estado de México (centro-sur), con 4% cada
uno.
MRM-ADG/ACZ
06/02/2016 17:27
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