Por Marcos Romero
CIUDAD DE MEXICO, 17 ENE - El arresto del "rey de las drogas"
mexicano Joaquín "El Chapo" Guzmán deja intacto al Cártel
Pacífico o Cártel de Sinaloa, que dirige y que es el mayor
imperio criminal existente en el país, con tentáculos y vínculos
en medio centenar de naciones. Especialistas coinciden en que mientras el gobierno no
proceda contra todos los aliados y socios de Guzmán, en la
producción, tráfico y venta de estupefacientes la estructura de
la organización continuará bien aceitada y funcionando con la
precisión de un reloj suizo. Edgardo Buscaglia, director del International Law and
Economic Development Center e investigador principal en Derecho
y Economía en la Universidad de Columbia en Estados Unidos,
estima que si en México no hay un "maxiproceso" la recaptura de
Guzmán "no le causará ni cosquillas al Cártel de Sinaloa".
El experto señaló al portal Aristegui Noticias que en un
sistema judicial de un país "con instituciones medianamente
funcionales" como Italia, Colombia o Brasil, "cuando se detiene
a un megacapo" como Guzmán "de esa detención se derivan cientos
de causas penales" dirigidas a los principales asociados en el
directorio de la organización criminal. "Cientos de causas penales derivadas de la detención del
megacapo van hacia políticos y empresarios", como ocurrió con el
"maxiproceso" en Italia en los años 80, señala el también
profesor visitante del Instituto Tecnológico Autónomo de México
(ITAM), un reputado ateneo privado. "Ese maxiproceso en México no se ha dado, no vemos que se
estén iniciando causas penales de esa magnitud, sin esos
maxiprocesos es imposible hacerle ni siquiera cosquillas a una
red criminal", agregó. El investigador auguró que "lamentablemente no vamos a ver
(en México), bajo las condiciones institucionales actuales, un
maxiproceso al estilo italiano, colombiano" por cuanto "no
existen instituciones judiciales para lograr eso y
lamentablemente significa que la única válvula de escape, y uso
ese término con tristeza, es la extradición", afirmó. Empero, consideró que extradición será limitada y los
fiscales federales norteamericanos se enfocarán en delitos
cometidos en jurisdicciones norteamericanas, y "no van a abarcar
al sistema político mexicano" sino sólo a "algunos empresarios
mexicanos, centroamericanos que hacen negocios en Estados
Unidos". "Las víctimas mexicanas no van a ver justicia en la medida
que se le extradite, pero dada la situación del sistema judicial
fallido en México, la extradición es el mal menor", sostuvo. El investigador Alejandro Hope dijo que Joaquín Guzmán,
"probablemente se mantendrá como una fuerza poderosa". Por su parte, la Casa Blanca se adelantó a vaticinar que la
captura de El Chapo, evadido dos veces de una prisión de alta
seguridad, la segunda de ellas el pasado 11 de julio, no
representa el desmantelamiento del cártel del Pacífico, pero
confía en que tendrá impacto en sus operaciones. "Por desgracia, no podemos decir que esta captura, aunque
significativa, será exitosa en desmantelar esa organización,
pero esperamos que sea un poco más difícil para ellos operar y
hacer el daño que hacen sin su líder", dijo el vocero
presidencial, Josh Earnest. Guzmán, de 57 años, aunque otras fuentes señalan que tiene en
realidad 60, enfrenta acusaciones de tráfico de drogas y
crímenes relacionados en cortes federales de Arizona,
California, Texas, Illinois, Nueva York y Florida. La primera vez, el criminal huyó de la prisión de Puente
Grande, estado de Jalisco, mediante un carrito de lavandería y
permaneció 13 años prófugo. La segunda fue a través de un pasadizo subterráneo de 1.500
metros de largo y 15 de profundidad del Altiplano, un búnker
supervigilado a 90 kilómetros al este de la capital. Washington presentó al gobierno de México dos solicitudes de
extradición en junio y agosto de 2015 y fueron aceptadas por la
cancillería en junio y septiembre de ese mismo año, según la
Procuraduría General de la República (PGR). Según la agencia antidrogas de Estados Unidos, durante el
tiempo que estuvo en El Altiplano, tras su segunda captura en
febrero de 2014, Guzmán siguió dando órdenes y manteniendo su
liderazgo a través de sus abogados y por medio de sus teléfonos
móviles facilitados por "guardias corruptos".
Analistas estiman que los hijos de Guzmán, Iván Archivaldo y
Alfredo, están al frente de un grupo que dirige el cártel y que
incluye al veterano narcotraficante Ismael "El Mayo" Zambada.
MRM-AGR/MRZ
17/01/2016 17:38
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