Por Marcos Romero
CIUDAD DE MEXICO, 26 (ANSA) - El huracán Patricia, el más
poderoso hasta ahora conocido, no provocó víctimas ni daños
catastróficos, pero dejó una secuela destructiva importante al
arrasar unas 3.500 viviendas, con 10.000 personas sin techo. El ministro de Desarrollo Social, Antonio Meade, afirmó que
las autoridades realizan un inventario de las pérdidas para
conocer la magnitud completa de la devastación causada por el
meteoro, cuyos remanentes todavía hoy provocaban intensas
lluvias en la mayor parte del país. Meade dijo que no se registra desabastecimiento ni hay
poblaciones incomunicadas en las zonas afectadas por el paso del
huracán categoría 5, que llegó a tener vientos de más de 400
kilómetros por hora, nunca antes registrados en la historia. Los expertos consideran que una serie de factores afortunados
se combinaron para evitar daños catastróficos como el hecho de
que se desviara en el último momento y no golpeara el centro
veraniego de Puerto Vallarta, y que entrara a través de una
pequeña aldea de pescadores previamente evacuada. Además, los especialistas climáticos señalan que de inmediato
Patricia se tropezó con un poderoso dique, la cadena montañosa
conocida como Sierra Madre Occidental y luego con otra conocida
como Sierra Madre del Sur. Asimismo, enfrentó en su camino un fenómeno de "baja presión"
que dispersó sus nubes y lo obligó a desviarse hacia el norte,
"tierra adentro" y no hacia el Golfo de México, donde podría
haberse reagrupado y convertirse en una nueva amenaza. A ello se suma la circunstancia de que su "ojo" era mayor al
de otros huracanes de su misma magnitud, por lo que resultó
menos destructivo y la estrategia de prevención funcionó
eficientemente. El ministro Meade informó que hay presupuesto suficiente para
atender a los damnificados, algunos de los cuales permanecen en
albergues y otros viven temporalmente con sus familiares. Las autoridades prevén echar a andar programas de empleo
temporal y de reconstrucción y apoyo a la vivienda. "Lo importante es que no haya riesgos de salud y que nadie
pase ni hambre ni enfermedad ni que le falte ningún apoyo",
afirmó Meade, quien dijo sentirse satisfecho de que "la atención
y la presencia que estamos brindando es suficiente y es
adecuada". El ministro de Turismo, Enrique de la Madrid, indicó por su
parte que la infraestructura turística no se vio afectada por el
huracán y "se encuentra en excelentes condiciones y operando de
manera normal para los visitantes nacionales y extranjeros". Los hoteles de la Riviera Nayarita y Puerto Vallarta "no
resintieron de forma grave los fuertes vientos, oleaje y lluvia"
que trajo consigo el fenómeno, indicó. El ministro de Gobernación, Miguel Osorio, señaló que el país
demostró que "cada vez más la población está preparada en
materia de protección civil". Meade indicó que el paso del más temible huracán que haya
existido por territorio mexicano "puso a prueba la capacidad del
gobierno federal, de los estados y de la sociedad en su conjunto
para trabajar de manera coordinada". El comisionado nacional de Seguridad, Renato Sales, informó
que durante varios días se mantendrá la presencia de elementos
federales en distintas poblaciones afectadas para evitar saqueos
y garantizar el traslado de la ayuda a quienes lo requieren. En varios municipios de los estados de Jalisco, Colima,
Nayarit y hasta Michoacán, en las costas del Pacífico, se
reportaron inundaciones y ríos desbordados pero los daños fueron
pocos con relación a lo que se temía. El director de la Comisión Nacional del Agua, Roberto
Ramírez, dijo que la temporada de huracanes termina el 15 de
noviembre, pero es posible que se extienda hasta diciembre,
debido al fenómeno de "El Niño" y recomendó a la población "no
bajar la guardia".
MRM/ACZ
26/10/2015 18:57
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