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 MEXICO
Simulacro exitoso a 30 de sismo mexicano

Por Marcos Romero CIUDAD DE MEXICO, 19 (ANSA) - Un zumbido seco y monótono a través de altavoces en zonas estratégicas y edificios públicos, marcó hoy el inicio del más grande simulacro sísmico en la historia de México, con el cual se recordó el peor desastre natural del país en más de un siglo.
    El sismo de 8,1 grados en la escala de Richter, ocurrido hace 30 años, que arrojó al menos 10.000 muertos, dejó una estela de dolor, tristeza y destrucción, pero señaló también un antes y un después en el curso político y social del país y cambió el rostro de la nación.
    Unas 6 millones de personas participaron en este ejercicio en el desalojo de unos 16.000 edificios, algunos hasta de 57 niveles -entre hospitales, hoteles, centros comerciales y aeropuertos-, en las principales ciudades del país, según los protocolos establecidos, sin que se registraran incidentes.
    Los actos en memoria de las víctimas de la catástrofe iniciaron a las 7:19 locales (12:19 GMT), justo la hora en que se registró el terremoto, cuando el presidente Enrique Peña encabezó una ceremonia luctuosa en honor de las víctimas de la devastación.
    El mandatario, acompañado de miembros de su gabinete, entre ellos los jefes de las Fuerzas Armadas, izó la bandera nacional a media asta en la Plaza de la Constitución, o "Zócalo", el corazón de la ciudad de México.
    "La población capitalina se organizó para rescatar a las miles de personas atrapadas entre los escombros, en ausencia de ayuda de los soldados, policías y autoridades gubernamentales", recordó un comunicado de la Presidencia de la República.
    Al mismo tiempo, el jefe de gobierno de la capital, Miguel Mancera, encabezó otro acto en el Parque de la Solidaridad, donde se levantaba el famoso y emblemático hotel Regis, que alojó a ricos y famosos en tránsito por la llamada "Ciudad de los Palacios" y se vino abajo a causa del sismo.
    A la misma hora del amanecer trágico del 19 de septiembre de 1985 en que la ciudad de México fue sacudida violentamente por una especie de monstruo implacable, Mancera colocó una ofrenda floral e hizo una guardia de honor en este sitio y después se oyó un minuto de sirenas de ambulancias y patrullas policíacas.
    El alcalde llamó después a "rescatar todas las memorias heroicas" surgidas de la tragedia y a llorar "todavía a las víctimas" pero recordar "con orgullo una ciudad (.) lacerada, lastimada" pero que "resurgió" de esta calamidad.
    Los actos precedieron al mega simulacro de terremoto que tendría lugar a las 11:30 locales (16:30 GMT) en todo el país, que arrojó también unos 40.000 heridos y 50.000 personas sin hogar, así como el desplome de 880 edificios.
    Los medios informativos actualizaron historias de heroísmo de quienes arriesgaron su vida para salvar las vidas de personas atrapadas bajo enormes amasijos de acero y concreto y revivieron experiencias aterradoras de personas que perdieron a sus seres amados o pasaron horas y días bajo toneladas de escombros.
    Los numerosos memoriales incluyeron un concierto anoche del famoso tenor hispano-mexicano Plácido Domingo -que participó hace 30 años en el rescate de víctimas en la "zona cero"- en la Plaza de las Tres Culturas, en el barrio capitalino de Tlatelolco, uno de los más golpeados por la furia natural.
    El tenor, que perdió a varios familiares en el famoso edificio Nuevo León, de Tlatelolco, dirigió a la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México, que interpretó entre otras cosas fragmentos del "Réquiem", de Verdi.
    El cantante se rehusaba a cantar, argumentando que estaba muy cansado, pero a pedido del público entonó algunas notas del legendario "Cielito lindo" y luego dirigió unas breves palabras en las cuales expresó su "esperanza de que nunca más vuelvan a ocurrir las tragedias que han sucedido en este lugar".
    Hubo también misas en lugares como una fábrica textil cerca del centro de la capital en la que murieron decenas de costureras, que trabajaban en condiciones casi esclavizantes y donde se colocaron altares con candelas y flores.
    Las cicatrices del terremoto aún se reflejan en la existencia de algunos campamentos habitados por decenas de personas que perdieron sus viviendas en 1985 y a las cuales el alcalde Miguel Mancera ha prometido ayuda para que tengan una casa. MRM/ACZ

19/09/2015 22:06

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