Por Marcos Romero
CIUDAD DE MEXICO, 28 (ANSA) - Los cambios en el gabinete del
presidente Enrique Peña Nieto, anunciados ayer, catapultaron al
escenario político, a juicio de analistas, a nuevas figuras
ascendentes que podrían suceder al mandatario. En especial, los relevos de 6 ministros y otros 4 miembros de
la alta burocracia, colocaron en la grilla de partida de la
carrera, que se correrá en el 2018, al nuevo responsable de la
cartera de Educación Pública, Aurelio Nuño y al ex canciller
Antonio Meade, que ahora ocupará el estratégico ministerio de
Desarrollo Social. Nuño, ex jefe de la Oficina de la Presidencia, es visto como
el "delfín" del presidente Peña Nieto y, entre sus prendas
principales, según expertos, figura su juventud (37 años), pero
también la del rol protagónico que ha jugado en el "Pacto por
México". Se trata de un acuerdo entre las principales fuerzas
políticas para sacar adelante un ambicioso paquete de reformas
en el Congreso en los dos primeros años de la gestión del
mandatario. Pero Meade no es una figura menor, pues es un "sobreviviente"
de la transición del pasado gobierno conservador del presidente
Felipe Calderón, que terminó su gestión en diciembre de 2012, en
la cual ocupó dos ministerios (Hacienda y Energía) y Peña le
encargó primero la Cancillería y ahora la cartera de Desarrollo
Social.
"Si ha de juzgarse por el monto de recursos a ejercer", Nuño
y Meade "son quienes figuran como los más poderosos en el
gabinete", escribió hoy el columnista Alfredo Villeda. Sin embargo, para los comentaristas políticos está claro que
ambos comenzarán a sufrir un gran desgaste que no tuvieron
cuando ocuparon posiciones menores. Tanto Nuño como Meade se suman a las de otros personajes que
ya aparecían en la palestra pública y son piezas clave del
equipo de gobierno del mandatario: el ministro de Finanzas, Luis
Videgaray y el de Gobernación Miguel Osorio. Sólo que Videgaray ha visto su fulgor político opacarse a
raíz de un escándalo de una casa de descanso en una ciudad
veraniega cercana a la capital adquirida en condiciones
preferenciales a un empresario contratista del gobierno. Osorio a su vez se vio duramente golpeado en su imagen a raíz
de la fuga del poderoso capo de las drogas Joaquín "El Chapo"
Guzmán, el 11 de julio pasado, de una prisión de alta seguridad,
puesto que su ministerio controla el sistema carcelario federal,
entre otros ámbitos de competencia. El único "outsider" de la competencia por la candidatura del
gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI) es el
propio presidente de la formación política , Manlio Fabio
Beltrones, recién ungido en el cargo y a quien sus detractores
apodan "Don Beltrone" por su veteranía y sus amplia influencia. Con los cambios en el gabinete, "Beltrones ya tiene claro
quiénes son sus competidores por la candidatura presidencial del
PRI", señaló Villeda. La oposición reclamaba la cabeza de Videgaray y de Osorio,
pero algunos entendidos creen que su fuerza se debilitará con la
llegada de nuevos jugadores a la lucha sucesoria, aunque otros
piensan que el primero mostró su verdadero poder y cercanía con
Peña, pues tanto Nuño como Meade son sus allegados. "Ni Osorio ni Videgaray son relegados, al contrario, otros
jugadores se suman a esa estructura de poder y también al
escenario del 2018", señaló en analista Jorge Fernández. Luis Carlos Ugalde, ex presidente del Instituto Federal
Electoral, estimó que con los relevos Peña buscó "recomponer la
baraja política" y tener más opciones para la sucesión "con
oficio y más presencia política". Sin embargo, también se cuestionó a Peña por no haber hecho
cambios en ministerios estratégicos como Finanzas, Gobernación y
Comunicaciones, a pesar de la llegada de "sangre nueva" a
posiciones de primera fila, como señaló Víctor Alarcón,
politólogo de la Universidad Autónoma Metropolitana.
MRM/ACZ
28/08/2015 18:03
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