Por Marcos Romero
CIUDAD DE MEXICO, 13 (ANSA) - La fuga del poderoso jefe narco
Joaquín "El Chapo" Guzmán tiene poco efecto en el "statu quo"
del crimen organizado en el país, según expertos, pero en cambio
agrava la crisis política y social en el país y, en especial, la
imagen del presidente Enrique Peña. Alejandro Hope, analista en Seguridad, señaló que el escape
no tendrá "un gran impacto en el tráfico de drogas o el mundo
del hampa" porque "la droga nunca dejó de fluir: eso está
determinado por factores estructurales de oferta y demanda". Tampoco cree, a diferencia de otros expertos en la materia,
que habrá un período de fuerte violencia porque el jefe del
Cártel de Sinaloa ajustará cuentas con quienes lo traicionaron
en el casi año y medio que estuvo en prisión. Hope consideró que "pesan más los fenómenos estructurales
(por ejemplo, la fragmentación de las grandes pandillas) que la
presencia o ausencia de algún capo en lo individual". Además, estimó que "Guzmán probablemente nunca perdió las
riendas de su organización criminal. Si pudo armar una
complicada fuga desde el interior de una prisión, es probable
que haya retenido un alto grado de control sobre la banda". No obstante, advirtió que "aun así", su salida de prisión
"duele hasta la médula" al recordar que "la captura de Joaquín
Guzmán fue un gran triunfo para el Estado mexicano" por lo que
su fuga en consecuencia "es una derrota no sólo para el
gobierno, sino para el país entero". El "Chapo" ya se había fugado en forma espectacular de un
penal de alta seguridad, en Puente Grande, estado de Jalisco, en
enero de 2001, al salir oculto en un carrito de lavandería,
según fuentes oficiales, aunque hay versiones de que salió por
la puerta principal escoltado por policías. Los especialistas y la prensa local recuerdan que el
presidente Enrique Peña, a quien la fuga del sábado lo tomó
desprevenido y de visita oficial en Francia, había declarado
meses atrás, en una entrevista televisiva, que Guzmán no se
evadiría nuevamente, contra el 70% de los mexicanos que en una
encuesta habían pronosticado que así sería. "Peña y su equipo de eficaces han quedado en ridículo. Su
partido llegó a presumir la captura del criminal y escurridizo
como ejemplo de inteligencia y eficacia policíaca: una muestra
de su capacidad política", escribió el politólogo Jesús Silva. El también ensayista indicó que "lo que muestra la fuga de El
Chapo es la incapacidad del poder público para imponerse sobre
sus enemigos, así hayan sido declarados prioridad presidencial". Denise Dresser, catedrática del Instituto Tecnológico
Autónomo de México, uno de los más prestigiados ateneos privados
del país, señaló que "la fuga del capo produce hilaridad porque
la población ya no sabe qué hacer o pedir o exigir". "Se suma al escándalo de la semana, a la incompetencia del
mes, al incidente más reciente de corrupción revelada pero no
aclarada", afirmó. Especialistas calcularon que la construcción del túnel de
1.500 metros, de 80 metros de ancho por 1,70 de altura, que
contaba con aire acondicionado, rieles para desplazar un pequeño
furgón y sistema de alumbrado, demoró entre seis y siete meses. Fue necesario realizar 379 viajes de camiones de siete metros
cúbicos para retirar 3.250 toneladas de tierra a fin de edificar
el pasadizo, desde una pared de la zona de duchas de la prisión
El Altiplano hasta una construcción a medias, frente al complejo
penitenciario, según las estimaciones. Hope estimó que la negativa persistente del gobierno para
extraditar a Guzmán a Estados Unidos obedeció, entre otras
razones, al "miedo y desconfianza" de que el Ejecutivo
estadounidense convirtiera a El Chapo en "testigo protegido" y
no compartiera con México la información que brindara. Tras el escape al estilo de las mejores películas del género
en Hollywood, "de pronto, el presidente se ha quedado con poco
que contar y menos que presumir en materia de seguridad",
agregó.
MRM-MI/ACZ
13/07/2015 19:12
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