Por Marcos Romero
CIUDAD DE MEXICO, 14 (ANSA)- Un perro callejero condenado al
sacrificio luego de morder a una niña salvó su vida en los
tribunales gracias al apoyo de vecinos y de una organización
defensora de animales que lograron conmover a los jueces. "Capitán" es el nombre del can "mestizo", de raza indefinida,
como la mayoría de los 1,2 millones de perros que vagabundean
por las sinuosas calles de la Ciudad de México, cuya falta de
pedigrí no hizo sino acentuar su vulnerabilidad. Luego de mes y medio en "la fila de la muerte", que entre los
perros es un refugio provisional operado por el gobierno
capitalino, donde por cierto la espera no suele ser tan larga
como en las cárceles ordinarias, el perro logró el anhelado
pasaporte para seguir "vivito y coleando".
La organización Gente por la Defensa Animal (GEPDA), que
encabezó su ayuda jurídica, con ayuda de un abogado, consiguió
un triunfo inesperado en el tribunal, a pesar de que la familia
de la niña atacada, que sufrió una mordida en la cabeza,
presionó fuerte para que se sacrificara al perro. El ataque de "Capitán" a la pequeña Fátima, de 6 años,
ocurrió a principios de abril pasado, en el complejo de
apartamentos Jacarandas, en la municipalidad Iztapalapa, oriente
de la capital mexicana. Algunos vecinos dijeron haber observado el hecho pero
argumentaron a favor del perro, de pelaje color paja, que la
niña y sus amigos lo acosaban y le torcían la cola. El perro, que solía ser amigo de muchos niños del vecindario,
con quienes jugaba y a los cuales acompañaba en su recorrido a
la escuela, fue capturado por policías y llevado al Centro de
Control Canino y Fauna Nociva de la municipalidad. El destino para "Capitán" parecía ya escrito en piedra, sólo
que nadie contaba con la intervención de los vecinos, que le
tienen especial apego al perro. Aunque colaboraron para la atención médica de Fátima, también
también lograron que una organización defensora de los animales
consiguiera un "amparo provisional" (habeas corpus) y frenara
judicialmente su sacrificio, mientras se desahogaba el proceso. La madre de Fátima, Verónica Canales, protestó airadamente
por la defensa jurídica otorgada al perro y dijo sentirse
impotente bajo el argumento de que "no es posible que para la
gente sea más importante un animal que un ser humano". Al final, un juez falló a favor de "Capitán", que salvó la
vida pero logró algo también importante: establecer un
precedente beneficiaría a muchos otros perros en igualdad de
circunstancias condenados a sufrir una "muerte innecesaria". "Capitán fue afortunado porque había toda una comunidad que
lo respaldó. Sin embargo, hay muchos otros animales no humanos
(sic) que no han corrido con la misma suerte y que han sido
asesinados de los modos más cruentos", señaló GEPDA en un
comunicado. La ONG que defendió al perro señaló que tanto Capitán como la
niña Fátima "fueron víctimas en esta situación". La abogada que lo defendió gratuitamente, Enriqueta Garrido,
declaró que "tuve que echar mano de todo lo que tenía a la mano.
Fue una combinación de muchos elementos que permitieron
suspender temporalmente su muerte". La GEPDA dijo que "las reacciones agresivas de algunos
animales son consecuencia de un estímulo negativo". La mascota tuvo la suerte de contar con un apoyo incosteable
hasta para una persona con ingresos medios, así como con la
ayuda inesperada de las redes sociales y los medios que le
dieron difusión al caso. "Capitán" está ahora bajo resguardo en un refugio donde se le
brinda asistencia veterinaria, en espera de que ser tomado en
adopción.
MRM-ADG/MRZ
14/06/2015 17:55
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