Por Marcos Romero
CIUDAD DE MEXICO, 5 (ANSA)- El domingo próximo habrá
elecciones de medio término en México que trazarán la "hoja de
ruta" para la segunda mitad del mandato del presidente Enrique
Peña y pueden verse empañadas por la violencia que marcó la
campaña electoral. Desde el inicio del proceso electoral, en octubre del año
pasado, un total de 21 candidatos, funcionarios, ex empleados
públicos, militantes, partidarios o acompañantes en campañas
fueron asesinados, según recuentos periodísticos. Las campañas se vieron sacudidas por un amplio movimiento de
protesta orientado a boicotear las votaciones. Entre otras cosas, hubo ocupación forzada de sedes
electorales, quema de papelería electoral, enfrentamientos
durante mítines y bloqueos de aeropuertos y edificios públicos,
sin contar las múltiples protestas callejeras en algunas
ciudades, especialmente la capital. Las elecciones para renovar 1.996 cargos públicos, entre
ellos 500 bancas de la Cámara de Diputados del Congreso, 9
gobernaciones provinciales y más de 1.000 alcaldías, aparecen
como una prueba para Peña Nieto, quien tuvo buen un comienzo de
mandato tras asumir en diciembre de 2012 pero un año y medio
después se le desdibujó el panorama. En efecto, luego de concertar con las principales fuerzas
políticas reformas en materias claves como finanzas, energía,
impuestos y telecomunicaciones, la imagen de Peña se vino abajo
tras la desaparición de 43 estudiantes, el 26 de septiembre del
año pasado. Pese a ello, se prevé que el Partido Revolucionario
Institucional (PRI, centro), en coalición con el Verde y Nueva
Alianza, obtengan el 43% de los votos, según el promedio de las
encuestas más recientes, lo que permitiría mantener la mayoría
simple en la Cámara de Diputados.
Ello sería suficiente para ganar al menos 6 de los 9 estados
en disputa (Baja California Sur, Campeche, Colima, Guerrero,
Michoacán, Nuevo León, Querétaro, San Luis Potosí y Sonora). El Partido Acción Nacional (PAN, derecha) obtendría el 30% y
la izquierda más del 16%, aunque dividida en cuatro partidos. Para los especialistas, los comicios son un verdadero
referéndum para el gobierno y definirán si la gestión Peña Nieto
da un golpe de timón, que incluiría cambios en su gabinete y la
adopción decisiones que no ha podido tomar por temor a un
castigo de los votantes. Otra de las novedades podría ser la victoria, por primera vez
en México, de un candidato independiente a gobernador, Jaime
Rodríguez, apodado "El Bronco", que ganaría no en cualquier
provincia, sino en el estratégico estado norteño de Nuevo León,
el más próspero del país. La aparición por primera vez de 22 aspirantes a diferentes
posiciones -Rodríguez es el único que se postuló a una
gobernación- arrojó una bocanada de aire fresco en el viciado
ambiente político mexicano.
Las elecciones ocurren en momentos en que Peña enfrenta la
peor crisis desde que se inició su gestión en diciembre de 2012,
entre otras cosas por la desaparición de 43 estudiantes en
septiembre pasado. El ex canciller Jorge Castañeda sostiene que si el PRI
obtiene más del 30% de los votos que se adjudicó hace tres años
en las presidenciales, será una señal de que los ciudadanos
aprueban "e incluso aplauden" su gestión. Otro indicador sería que el partido en el gobierno conquiste
cinco o más gobernaciones de las 9 en disputa, lo que podría
interpretarse como "una gran victoria" para Peña, afirmó. A juicio de Castañeda, analista y catedrático de la
Universidad de Nueva York, en el país se vive "una contienda
electoral sin contendientes, y una batalla democrática por el
poder entre un gobierno puro y duro, y una oposición
inexistente".
MRM-ADG/MRZ
05/06/2015 20:46
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