(ANSA) - NUEVA YORK, 13 MAR - Tres de los colosos de la
economía estadounidense, At&t, Starwood Hotel y Marriott, se
están preparando para la visita que el presidente Barack Obama
hará a Cuba dentro de unos días. El objetivo común es el de anunciar acuerdos con empresas
locales en la isla antes de la histórica visita de Obama, quien
se convertirá en el primer presidente de Estados Unidos en
viajar a La Habana en más de 80 años. El último fue, en 1928,
Calvin Coolidge. En base a las leyes cubanas, para poder operar en el país las
cadenas hoteleras extranjeras deben cerrar pactos con sociedades
del país. At&t está a su vez preparando un acuerdo con la empresa de
telecomunicaciones estatal Etesca para los servicios telefónicos
de roaming. "Consideramos que hay muchas oportunidades para ampliar
nuestra presencia en Cuba", destacó Carrie Bloom, vocero de
Starwood. "Somos optimistas sobre el hecho de que a breve plazo vamos a
obtener la luz verde de parte de la administración
estadounidense para nuestros hoteles en Cuba", subrayó por su
parte Marritt, cuyo CEO, Arne Sorenson, será uno de los
empresarios que acompañará a Obama en su visita a la isla. La firma de alianzas con empresas locales tendría para
Estados Unidos no solo un importante valor económico sino
también simbólico, visto que se trataría de los primeros pactos
de negocios en La Habana, tras el deshielo en las relaciones
bilaterales que comenzó a finales de 2014. Los acuerdos comerciales serían, por otra parte, otro paso
clave en el proceso de la normalización de las relaciones, tras
la reapertura de las recíprocas embajadas y el vía libre
a los vuelos comerciales entre los dos países por primera vez en
el último medio siglo. Esos acuerdos podrían además ser una etapa fundamental en el
diálogo entre los dos países también por otra razón, o sea el
fin del embargo por parte de Washington hacia Cuba: otra medida
que tiene a sus espaldas medio siglo de vida. Con estos acuerdos, Obama lograría poner en evidencia que las
relaciones bilaterales se están reforzando, frente a las tantas
divergencias y dificultades que siguen existiendo entre
Washington y La Habana. Uno de los temas críticos es por ejemplo el de las
expropiaciones de propiedades reivindicadas por las cadenas
hoteleras estadounidenses, tras la revolución de 1959. Se trata de una cuestión económica de envergadura, visto que
los reclamos suman miles de millones de dólares.
DRZ-RIG/ACZ
13/03/2016 18:35
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