Por Francisco Forteza
LA HABANA, 15 (ANSA)- El Papa Francisco viajará desde Cuba a
Estados Unidos el próximo martes 22, una decisión sin
precedentes que quizá desborda la logística hacia el apoyo al
entendimiento entre dos "enemigos" que puedan parecer
"irreconciliables".
En la práctica, no ha habido aún lo que pueda llamarse
propiamente una reconciliación entre la primera potencia del
mundo y la pequeña nación de sistema inspirado en conceptos
comunistas. Aún son fuertes la desconfianza, los antagonismos
políticos, y está activo el embargo, que ya dura casi 60 años.
Pero el "deshielo" ha roto sin dudas el "hechizo" de un
conflicto "sin fin" entre enemigos que se odian "hasta el último
suspiro". El Pontífice nacido en Argentina, con conceptos que no
marginan el ser latinoamericano, participó en este proceso de
normalización, según reconocieron ambos presidentes, el de
Estados Unidos, Barack Obama, y el de Cuba, Raúl Castro. El Papa llegará a La Habana este sábado y permanecerá en la
isla hasta el martes. Algunos analistas sostienen que el del día
22 no será un simple viaje de avión para el Pontífice. Les
parece un solo proyecto pastoral. La idea tiene una dosis de
ingenuidad, pero también otra, quizá, de esperanza. Tanto La Habana como Washington han dejado claro que no
abandonarán sus posiciones ideológicas que actúan como
obstáculos bilaterales, y ello brinda al "deshielo" un singular
encanto. "Puede ser quizá un ejemplo al mundo, donde, en otras
regiones, las personas han dejado toda "comprensión" entre sí y
la han sustituido por las más sangrientas contiendas", dijo a
ANSA Hilda Pérez, doctora en Medicina. Una idea de Pérez es que Francisco, que ha comenzado sus
giras por países pobres, tiene ya una ganada reputación de
mostrar preferencias por los humildes, "estén estos donde estén,
algo en consonancia con las más primitivas enseñanzas de la
doctrina cristiana. Ahora cumplirá primero su estancia pastoral
en Cuba y después viajará a Washington. Eso es muy bueno",
afirmó. La decisión logística de hacer el viaje desde la sureña y
cubana Santiago de Cuba hasta la norteña y espectacular
Washington llama la atención. Con tal acción, el Papa Francisco
rompió una "tradición" causada por el conflicto entre Estados
Unidos y Cuba de más de medio siglo, de planear distantes entre
sí las visitas de los Sumos Pontífices a los dos países, desde
que el Papa Juan Pablo II vino a la isla en enero de 1998, y
Benedicto XVI en abril de 2012. Como sucedió en las dos anteriores estancias pastorales,
ahora se anuncia que cientos de cubanos residentes en Estados
Unidos vendrán a Cuba para "seguir" ambas visitas. También se esperan peregrinos de muchas partes del mundo. El
diario oficial cubano Granma ya les dio la bienvenida hoy en un
editorial dedicado al Papa Francisco.
Para Rolando Rodríguez, un católico de La Habana, "todo esto
es un excelente ejemplo. La buena gente de todas partes está
feliz con estas cosas. Yo creo que el mundo ha cambiado. Es más
complicado y siniestro en muchos aspectos, pero eso lleva a las
buenas personas a seguir señales de entendimiento", afirmó.
Su conclusión fue que "el Papa Francisco, con su viaje
directo a Washington desde Santiago, va a poder comparar de
primera mano que lo respetamos y queremos tanto aquí como allá",
subrayó.
BY2/ACZ
15/09/2015 15:55
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