(ANSA) - BOGOTA, 22 ENE - Fernando Botero, al artista
plástico más importante de Colombia, desestimó hoy hablar de la
muerte, al advertir que quiere "seguir vivo toda la vida". En una entrevista con Caracol Radio desde Shanghai, la
segunda ciudad China donde se expone parte de su obra privada,
el pintor de 83 años se escabulló a la pregunta de cómo quería
ser recordado.
"No quiero que me recuerden, en absoluto, quiero seguir vivo
toda la vida", dijo en medio de risas el artista, que junto al
escritor Gabriel García Márquez, ya fallecido, es uno de los dos
colombianos más universal en el plano cultural. Pese a los años, Botero habló con pasión de su trabajo, que
empezó a los 16 años en Medellín, la segunda ciudad en
importancia de Colombia y que por aquella época era aún muy
rural. "Amo la pintura porque ha sido el centro de mi vida, a ella
le debo todo", dijo el artista que agregó que "no puedo concebir
la vida sino como pintor". Aseguró que es un gran misterio saber de dónde provino su
pasión por el arte, al recordar que su padre era un comerciante
que solía hacer grandes recorridos a caballo y con un conjunto
de mulas en las que cargaba las mercadería que vendía de pueblo
en pueblo. "Para mí es un misterio muy grande el que yo ha desarrollado
una vocación tan temprana y tan fuerte por el arte en Medellín,
una ciudad negada para eso, porque todo el mundo pensaba en
hacer negocios y abrir un almacén en alguna parte, de manera que
era inesperado tener una pasión como esta tan grande. Nunca lo
he podido entender, pero me sucedió", explicó el artista. Precisamente esa Medellín rural, católica y apegada a unas
costumbres conservadoras es la fuente de su trabajo, pese a
haber recorrido el mundo y vivir en grandes ciudades como Nueva
York o París por décadas. En todo este tiempo, Botero no ha perdido el acento de la
región a la que pertenece, y se ha desprendido de muchas de sus
obras, tanto propias como de otros artistas que hacían parte de
su colección privada, para dos museos en Medellín y Bogotá que
están abiertos todo el año y que son gratuitos. "Yo tengo una temática que esté en mi corazón y en mi mente
que es la realidad latinoamericana, la realidad colombiana, la
realidad de Medellín, no necesito más que ese recuerdo para
seguir trabajando", sostuvo el pintor y escultor. Sobre su exposición en la China dijo que le ha resultado "muy
emocionante ver la reacción del público" frente a sus esculturas
y pinturas de hombres y mujeres voluminosas, que es la
característica principal de su obra, junto al color. "Me parece que la gente en China -añadió Botero-, que tiene
una cultura tan distinta a la nuestra, pueda entender y
sensibilizarse con estas obras. Para mí es muy importante lograr
una comunicación con otras culturas". Durante la entrevista, Botero habló del amor por su esposa,
la también artista plástica italiana Sofía Bari, con la que
llevaba casado 40 años. "El amor es importantísimo, yo he vivido enamorado de mi
mujer durante 40 años", confesó el colombiano, que describió a
su esposa como "una persona maravillosa y una gran artista". Relató que no existe competencia entre los dos, pues cada uno
respeta el trabajo del otro, dijo que no comparten estudio y
que el amor que ambos tiene por el arte, así como evitar la
crítica, han sido elementos para mantener el romance. Botero agregó que una vez pase "todo este trajín que ha
habido en China" regresará a su casa de campo en la población de
Rionegro, a las afueras de Medellín, el lugar que dijo es su
preferido.
YK7/MRZ
22/01/2016 19:02
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