Por Oscar Escamilla
BOGOTA, 13 (ANSA) - El presidente colombiano, Juan Manuel
Santos, aseguró hoy que los cuatro meses que ayer estableció
para determinar si continua o no con el proceso de paz que
adelanta con el grupo guerrillero FARC, son un tiempo
"prudencial" para establecer avances en la negociación. "Se consideró que cuatro meses era un tiempo prudencial",
precisó Santos, al explicar que en ese periodo de tiempo deben
entrar a operar una serie de subcomisiones, a fin de que se
puedan acelerar las conversaciones para ponerle fin a medio
siglo de conflicto armado interno. El mandatario dijo en la víspera, en alocución pública, que
"en 4 meses, a partir de ahora, dependiendo de si las FARC
cumplen, tomaré la decisión de si seguimos con el proceso o no". La decisión del jefe de Estado fue recibida hoy con mesura en
el país y, contrario a lo que podría esperarse, parece ser que
le inyectó un cambio de ambiente al proceso, que se percibía en
decadencia por las recientes acciones violentas de las FARC,
desde que suspendió el cese al fuego unilateral que había
decretado desde diciembre pasado. A ese nuevo respiro en el proceso se suma la decisión del
grupo rebelde de parar de nuevo sus acciones militares, a partir
del próximo 20 de julio y por un mes, sumado a la decisión de
los negociadores de cambiar la actual metodología de trabajo
para impulsar los diálogos hacia el fin del conflicto. En el marco de estos anuncios, el gobierno de Santos se
comprometió a bajarle a sus acciones militares contra las
Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), en la medida
que se pueda comprobar que es cierto y efectivo el cese del
fuego, al que se comprometió nuevamente esa organización. "El desescalamiento lo que busca es bajar la intensidad de la
confrontación, crear un ambiente de confianza entre las partes,
buscar frente a los colombianos un mayor apoyo, una sensación de
que realmente la paz es posible", aseguró por su parte, Humberto
de la Calle, jefe negociador del gobierno. De la Calle explicó que lo que el gobierno busca con ese
plazo de cuatro meses es "saber" si "realmente lo sustancial de
lo que falta por negociar es viable o no lo es", ante lo que
prometió "agilizar e intensificar las conversaciones con un
cambio profundo de metodología". "A los colombianos hay que decirles que no hay que tenerle
miedo a las paz, pero a las FARC también, no hay que tenerle
miedo de las paz, hay que tomar ya la decisiones y esto no tiene
mas espacio", agregó de la Calle. El negociador oficial sostuvo que lo determinar que el
proceso de paz siga su rumbo en el periodo que le impuso el
presidente Santos dependerá de varios factores, entre ellos, que
las FARC mantenga el cese al fuego unilateral y palpar si los
dos puntos que le restan a la negociación son o no posibles de
pactar. Se trata de los temas más complejos porque incluyen la manera
en el que las FARC y el gobierno van a reparar a las víctimas
del conflicto, la forma en que los integrantes de esa
organización responderán judicialmente por sus delitos y todo el
asunto de la desmovilización y desarme de ese grupo, y su paso a
la sociedad civil. "Si eso es así, si se han cumplido las condiciones en el
terreno militar, lo que esto demuestra es que el acuerdo está
cerca, que debemos seguir y esa será una decisión que
corresponderá al Presidente", dijo de la Calle. Tanto el mandatario como el jefe negociador se manifestaron
convencidos de la intención de las FARC de sellar la paz. "Si yo no le creyera a la guerrilla de las FARC no estaría
sentado en la mesa", afirmó Santos, mientras que de la Calle
dijo que "después de estar meses mirando a los ojos a los
señores de las FARC creemos que hay interés real, serio, para
poner fin al proceso". Por su parte, Oscar Iván Zuluaga, director del opositor
partido Centro Democrático (derecha), manifestó que su
colectividad no cree en los anuncios hechos por los negociadores
ni por el presidente Santos, al advertir que las FARC son las
"grandes enemigas" del proceso de paz.
"Lo que Colombia no necesita son anuncios sino hechos, y lo
que seguimos viendo es que las FARC sigue atentando contra los
ciudadanos de bien", sostuvo Zuluaga, quien reiteró la tesis de
su partido de que la condición para sellar la paz es que ese
grupo guerrillero cese su accionar militar y todos sus hombres
se concentren en un solo lugar donde puedan ser vigilados.
El gobierno y las FARC llevan cerca de tres años negociado
una salida al conflicto armado interno, que experimenta el país
desde hace más de cinco décadas, para lo cual pactaron discutir
cinco puntos, tres de los cuales ya se acordaron.
YK7/ACZ
13/07/2015 19:13
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