Por Margarita Bastías
SANTIAGO DE CHILE, 9 (ANSA) - Sólo uno de cada tres chilenos
apuesta a que la selección nacional ganará por primera vez la
Copa América, que se desarrollará en este país desde el jueves y
hasta el 4 de julio.
Pese a que el certamen vuelve a jugarse en Chile después de
24 años y por séptima vez en la historia, el entusiasmo de los
aficionados hacia la "Roja" comandada por el argentino Jorge
Sampaoli es al menos hasta hoy bastante acotado. Esto parece responder a la profunda crisis política que
atraviesa el país desde febrero por denuncias de corrupción que
afectan a parlamentarios de todos los sectores y sus vínculos
con el dinero de los poderosos empresarios, que incluso tocaron
al hijo y a la nuera de la presidenta Michelle Bachelet.
Más allá del clima social con protestas, cambio de gabinete y
renuncia de ministros, los amistosos previos del combinado
nacional parecen haber dejado más dudas que certezas en el
propio seno de la "Roja" respecto de la ventaja de la localía. El delantero Alexis Sánchez, figura en el Arsenal de
Inglaterra, se refirió a esta falta de entusiasmo percibida el
viernes en el triunfo por 1-0 sobre El Salvador: "No parecía que
estuviésemos jugando en Chile", se lamentó el "Niño Maravilla". Más allá del escepticismo de Sánchez, los organizadores de
esta XLIV edición del torneo apuestan a revertir ese escenario
gracias a la presencia de sus máximas figuras, como sucedió hoy
con el arribo a La Serena del argentino Lionel Messi. La llegada del mejor jugador del mundo, apenas consagrado por
cuarta vez como campeón de la Liga de Campeones con Barcelona,
generó revuelo en la terminal aérea, donde se congregaron para
recibirlo tanto los fanáticos argentinos, como los chilenos. El astro de la selección "albiceleste" estuvo acompañado por
una fuerte custodia policial en su viaje desde el aeropuerto
hacia el hotel en el que se concentra el equipo de Gerardo
Martino, 470 kilómetros al norte de Santiago.
Messi llegó a Chile junto con su compatriota y compañero en
Barcelona, el multifuncional Javier Mascherano, arribos ambos
que le permitieron al "Tata" Martino ensayar por primera vez con
plantel completo. Ya habían arribado al país el lunes Carlos Tévez y Roberto
Pereyra, dos que también estuvieron presentes en la final de la
"Champions" disputada en Berlín, pero del lado de la derrotada
Juventus, que cayó 3-1 con el Barcelona de Messi y Mascherano. Desde el equipo turinés también arribo Arturo Vidal, quien
perdió el vuelo que lo traía a Santiago el lunes y hoy se sumó
al equipo comandado por Sampaoli que se sometió, por completo, a
un control antidoping. Campeón de Europa con Barcelona fue también el arquero
chileno Claudio Bravo (estuvo en el banco de suplentes en la
final), quien se refirió hoy a las expectativas de la prensa
especializada y de los hinchas.
"No nos creemos la generación dorada porque eso sería olvidar
a los grandes jugadores que ha tenido Chile", planteó Bravo en
el complejo Pinto Durán y al referirse a las posibilidades
chilenas de alzar la Copa América.
"Somos una generación más que quiere hacer las cosas bien
para el país", destacó Bravo, quien pese a la condición de
anfitrión descartó que el seleccionado nacional se sienta
presionado. "Para nosotros no es una presión, la presión está afuera, con
gente que no puede llegar a fin de mes. Hacemos lo que nos
gusta. Eso sí, queremos hacer las cosas bien y levantar el
trofeo de una vez por todas", completó el portero. Reconoció que con una selección donde la gran mayoría se
desempeña en las grandes ligas europeas, como nunca antes se
vivió en el fútbol chileno, "el potencial nos da para pensar que
se puede". "El torneo se juega en nuestro país y la gente nos va a
acompañar. Da para ilusionarnos, pero tenemos que pensar en el
primer partido, ir paso a paso hasta llegar al final", explicó
el ex arquero de la Real Sociedad y Colo Colo. "En Copa América, la presión es de los equipos que han
levantado más veces el trofeo", agregó Bravo, que ya palpita el
debut de Chile frente a Ecuador el jueves desde las 23.30 GMT
por el Grupo A, que completan Bolivia y México. Escenario del estreno será el Estadio Nacional de Santiago,
escenario de algunas gestas del fútbol chileno, pero también de
un pasado doloroso, pues funcionó como centro de detención y
torturas durante la última dictadura (1973-90). "Un pueblo sin memoria, es un pueblo sin futuro", reza un
letrero ubicado en el ingreso al campo de juego como para
mantener vigente esa memoria colectiva respecto de la página más
negra en la historia de este país.
Hoy, a pesar de la crisis política, son otros los tiempos y
Chile apuesta a vivir su fiesta en paz y a disfrutar de las
grandes figuras de un fútbol mundial también sacudido por estos
días por el escándalo en la FIFA. Un escándalo que obligó a Joseph Blatter a anunciar su
renuncia apenas tres días después de resultar sorpresivamente
reelecto para un quinto mandato y cuya investigación apunta a la
designación también de las sedes de la Copa América. Mientras esa investigación avanza, la pelota volverá a rodar
y con la presencia de Messi, Tévez, Gonzalo Higuaín, Sánchez,
Neymar, James Rodríguez, Radamel Falcao García y Edinson Cavani
la promesa de ver el mejor fútbol del continente esta asegurada. México y Jamaica, representantes de la CONCACAF invitados en
esta edición completan el panorama del torneo en el que Uruguay,
que compartirá el Grupo B con Argentina, Jamaica y Paraguay,
defenderá el título y su condición de máximo ganador con 15
coronas.
MBA-RFL/MRZ
10/06/2015 00:54
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