Por Ernesto Pérez
VENECIA, 9 (ANSA) - Una sorprendente ópera prima brasileña,
"Mate-me por favor" de Anita Rocha da Silveira, reafirmó con su
compañero en la sección paralela oficial "Horizontes" del
Festival de Venecia ("Boi neon" de Gabriel Mascaro) la calidad
creciente del cine carioca, ausente empero del concurso. El film está poblado de adolescentes de la rica burguesía
brasileña, habitantes de Barra da Tijuca (un complejo de
rascacielos que crece constantemente al oeste de Rio de Janeiro)
y que pasan más tiempo explorando el sexo que estudiando. La historia cuenta una serie de homicidios que atraen
morbosamente a las cuatro protagonistas y sobre todo a Bia,
interpretado de manera un poco monocorde por Valentina Herszage. Bia es una adolescente con mayor ímpetu sexual que su novio
Pedrinho, más orientado hacia la religión que a las relaciones
pre-matrimoniales. Poco a poco la joven comienza a ser atraída
por "los" (o por "el") misteriosos asesinos, al punto de
ofrecerse como víctima propiciatoria en el mismo escenario de
los crímenes anteriores, un terreno baldío que solo espera la
llegada de nuevas edificios. El film es un agudo retrato de una sociedad afluente que se
escuda detrás de su riqueza, pero que deja sin protección a los
hijos que deben crecer sin otro aliciente que sus propios deseos
y obsesiones. "Máteme por favor" es el promisorio debut de una veinteañera
que se ha rodeado de un reparto y un equipo preponderadamente
femenino, con la excepción de un par de actores y el director de
la fotografía, Joao Atala, más el músico y el sonidista. El guión de la misma directora excluye también a los adultos
de la trama, presentes solo como voces o pura silueta (la de la
madre de Bia), en una muestra de rigor y coherencia sorprendente
en una jovencísima realizadora. El mismo panel femenino se presentó a la conferencia de
prensa seguida a la proyección oficial, circunstancia pocas
veces vista en un festival de cine dominado mayormente por los
hombres. "El film se basa en experiencias y sentimientos vividos en mi
adolescencia. Ambienté la acción en Barra de Tijuca a raíz de un
episodio que me impactó mucho durante mi infancia, cuando una
joven y célebre actriz televisiva brasileña fue asesinada,
apenas construídos los primeros rascacielos del barrio", cuenta
la directora. "Barra de Tijuca es una de esas operaciones especulativas que
pretenden imitar el 'american way of life', con enormes
edificios y centros comerciales donde nadie camina y todos se
mueven solo en automóvil", afirma Rocha da Silveira. "Me parece evidente la influencia que he tenido por
el mundo alucinado de David Lynch y sobre todo de su 'Twin
Peaks' pero también -añade- el de la argentina Lucrecia Martel
en la manera de concentrar su atención en un mundo femenino". "No me interesaba -agrega- descubrir quien era el o los
asesinos seriales sino la fascinación que sienten los
adolescentes por la muerte como desafío a su propio sentido de
invencibilidad, sin reparar en los riesgos que corren". La productora Vania Catani, que coproducirá el próximo film
de Lucrecia Martel ("Zama"), está orgullosa del film y de haber
permitido a Rocha da Silveira realizar su primer largometraje
sin ponerle ninguna traba. "Descubrí a Anita cuando fui jurado en el festival donde ella
presentaba su corto 'O vampiro do meio-dia' y le dije que el día
que tuviera un guión para un largometraje yo se lo produciría",
destacó.
"Desgraciadamente tanto en Brasil como en el resto del mundo
son pocas las mujeres directoras y me gustaría mucho poder
cambiar esta situación. También estoy ampliando mi horizonte al
resto de América Latina con cinematografías con las que no
compartimos el idioma pero sí la urgencia por expresarnos",
concluyó. (ANSA)
PN/MRZ
09/09/2015 19:42
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