BRASILIA, 11 (ANSA) - La presidenta brasileña, Dilma
Rousseff, cenó con un grupo de senadores a los que solicitó
colaborar con la gobernabilidad del país jaqueado por una crisis
en la que hay sectores apostando al "cuanto peor mejor". La mandataria recibió en el Palacio de Alvorada a unos 43
senadores a los que propuso aprobar las iniciativas enviadas
para viabilizar el plan de ajuste que considera indispensable
para reencauzar la economía. Acompañada por el ministro de Hacienda Joaquim Levy instó
a los parlamentarios a que la Cámara Alta actúe como un "poder
moderador" frente al clima de conmoción política y recesión
económica, con una previsión de caída del 1,9 por ciento
del PBI en 2015. En una semana marcada por la convocatoria a una marcha el
próximo domingo, en que se solicitará su renuncia, Rousseff dijo
a los senadores que actúen con responsabilidad y hagan del
Congreso un "espacio de equilibrio", informó hoy el
diario Folha de San Pablo. Antes de reunirse con los congresistas en Brasilia, Rousseff
encabezó una ceremonia en el estado de Maranhao, donde deploró
aquellos grupos opositores que apuestan en el "cuanto peor
mejor" para quitarla del gobierno. El discurso de la jefa de Estado pareció contar con la
aprobación del titular del Senado, Renán Calheiros, quien
aseguró que no va a "poner fuego" sobre una situación
bastante explosiva. Calheiros rechazó acelerar el análisis de las cuentas del
gobierno en 2014, impulsado por el líder de diputados Eduardo
Cunha, considerado el opositor más convencido de promover el
impeachment. Si el Senado no revisa el balance de la gestión de Rousseff
en 2014 esto impedirá, al menos de momento, que haya argumentos
para eventuales pedidos de impeachment contra la mandataria.
DCP/ACZ
11/08/2015 13:59
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