Por Darío Pignotti
BRASILIA, 20 (ANSA)- La presidenta brasileña Dilma Rousseff
encabezó hoy una reunión de gabinete ante la crisis política
causada por el titular de Diputados, Eduardo Cunha, quien
anunció su ruptura con el gobierno tras ser acusado de recibir
sobornos. Los doce ministros del "gabinete político" fueron convocados
hoy al Palacio del Planalto para elaborar una estrategia ante el
agravamiento de la crisis disparado por el poderoso Eduardo
Cunha el viernes, cuando comunicó que deja de pertenecer a la
coalición oficialista. El Poder Ejecutivo va a "trabajar para tener una relación
armónica con el Congreso", declaró el ministro Eliseu Padilha,
del Partido Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), tras
participar en la reunión con Rousseff. "Respetamos al presidente (de Cámara Baja) Eduardo Cunha y
creemos que el interés de la Nación debe anteponerse a las
coyunturas", abundó el ministro Padilha. El Partido de los Trabajadores de Dilma y el PMDB, del
vicepresidente Michel Temer y el ministro Padilha, son las
agrupaciones principales de la alianza gobernante. Este pacto PT-PMDB es una sociedad política surgida en 2007,
al inicio del segundo mandato del entonces presidente Luiz
Inácio Lula da Silva, correligionario y padrino de Rousseff.
El titular de Diputados Cunha, también del PMDB, el viernes
pasado rompió con el Planalto después de que un empresario lo
acusó de haber cobrado un soborno de 5 millones de dólares por
facilitar contratos con Petrobras. Cunha responsabilizó al gobierno de estar coludido con el
Ministerio Público para envolverlo en el escándalo. Según el diario Estado de San Pablo luego de la vinculación
de Cunha con el caso Petrobras, conocido como "Petrolao", se
abrió una línea de investigación sobre el supuesto depósito de
dinero en bancos del exterior. El sitio de noticias UOL, del grupo Folha de San Pablo,
agregó hoy que las remesas de dinero mal habido que salpican a
Cunha sumarían 14 millones de dólares. Miembros del equipo de Rousseff temen que Cunha, ahora en
"pie de guerra" contra el gobierno, promueva iniciativas
legislativas que pueden debilitar más a una gestión cuya
popularidad es del 9% y un rechazo del 68%, según una encuesta
reciente, informó Folha. Brasil enfrenta una "crisis institucional gravísima", dijeron
colaboradores de la mandataria, a condición de anonimato, a ese
periódico paulista. Luego de romper con Dilma, Cunha ordenó la creación de
comisiones investigadoras inconvenientes al gobierno y pidió
analizar el pedido de impeachment presidencial presentado por el
diputado, y militar retirado, Jair Bolsonaro. "Hay que evitar un incendio", dijo hoy ante la espiral
política en curso el ministro Marco Aurelio Mello del Supremo
Tribunal Federal. Mello admitió que en los próximos días el Ministerio Público
formalizaría una denuncia contra Cunha por supuesta corrupción
lo que abre lugar a especulaciones de que sea apartar de su
cargo al frente de Diputados. Entre tanto, la embestida de Cunha contra el gobierno dio
lugar a posiciones disímiles en el PMDB, la agrupación del
vicepresidente Michel Temer. Un sector del PMDB se encolumnó con el titular de Diputados,
como lo hizo el influyente jefe del Senado Renán Calheiros, pero
otro grupo manifestó su alineamiento con Rousseff. El principal exponente del sector subordinado a Rousseff es
el vicepresidente Temer quien hoy declaró en Nueva York que en
Brasil enfrenta una "crisesita".
"Crisis institucional no existe, hay una crisis política,
pero no institucional. Brasil vive una tranquilidad
institucional a pesar de todas estas situaciones embarazosas",
reforzó Temer, que además es presidente del PMDB. Su correligionario, el ministro Eliseu Padilha, también restó
gravedad a la situación en la conferencia de prensa dada en el
Planalto después de la reunión con Dilma. Si bien es posible que el Congreso obstruya proyectos
enviados por el gobierno, lo mejor es no precipitarse y
"esperar como evolucionan los hechos", recomendó el ministro
Eliseu. "Vamos a aguardar al segundo semestre" cuando se reiniciará
la actividad parlamentaria, luego del receso de 15 días iniciado
el viernes pasado, aseveró hoy el ministro. En el entorno presidencial también hay quienes estiman que la
actitud "radical" de Eduardo Cunha puede aislarlo, y además de
causarle problemas en el PMDB, originar una migración de aliados
hasta ahora incondicionales en el Parlamento. Algunos congresistas impulsaron una investigación de Cunha y
otros, como Miro Teixeira, decano de la Casa, recomendaron su
renuncia a la conducción de la Cámara Baja.
DCP-AGR/MRZ
20/07/2015 19:47
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