Por Darío Pignotti
BRASILIA 2 (ANSA)- Joao Vicente Goulart, hijo del ex
presidente brasileño depuesto por un golpe de Estado, calificó
hoy como "asesino" al ex secretario de Estado Henry Kissinger
que esta semana se reunió en Estados Unidos con la mandataria y
ex presa política Dilma Rousseff. "Estoy seguro de que la presidenta, que sufrió en carne
propia la persecución, la cárcel y la tortura jamás pactaría…ni
aceptaría indultar a un asesino" como es Kissinger, declaró
Goulart hijo entrevistado por ANSA. Joao "Jango" Goulart fue derrocado el 31 de marzo de 1964 y
murió el 6 de diciembre de 1976 cuando se encontraba en su
estancia de la provincia de Corrientes, noreste de Argentina,
mientras era vigilado por agentes del Plan Cóndor según diversos
documentos revelados en los últimos años. En diciembre de 1976 Kissinger se desempeñaba como secretario
de Estado del presidente republicano Gerald Ford, cargo que ya
había ocupado durante la gestión de Richard Nixon. Meses antes del confuso fallecimiento de Goulart, Kissinger
había recomendado al canciller argentino, Cesar Guzzetti, que la
dictadura debía actuar con celeridad en la represión a los
opositores al régimen. Un documento hallado por el Instituto Joao Goulart y
entregado a la Justicia, indica que la dictadura brasileña envió
a la de Argentina una lista de "subversivos" que debían ser
capturados y, eventualmente, eliminados, en la que estaba
incluido Goulart. Durante los primeros meses del gobierno de facto argentino,
iniciado en marzo de 1976, fueron asesinados varios dirigentes
democráticos de Brasil, Uruguay y Bolivia, crímenes enmarcados
en el Plan Cóndor, según lo determinó años más tarde la Justicia
argentina. Los restos de Goulart fueron exhumados en diciembre de 2013
ante la sospecha de que el paro cardíaco que cegó su vida fue
causado por una sustancia tóxica escondida entre sus medicinas
por agentes del Cóndor. Si bien los estudios realizados en los restos de no arrojaron
certezas sobre el envenenamiento tampoco permiten descartar por
completo la intoxicación inducida, sostienen sus familiares. "Debido a que mucho tiempo transcurrió desde su muerte hasta
la exhumación lamentablemente" no se obtuvieron pruebas
definitivas de las causas del deceso, señala Joao Vicente
Goulart, quien plantea que sigue en pie la hipótesis del crimen
político, detrás del cual está el Cóndor. Goulart hijo elogió el respaldo dado por Rousseff para que la
Comisión de la Verdad desentierre al cuerpo del ex gobernante
enterrado en su tierra natal, Sao Borja, estado de Rio Grande do
Sul. Las verdaderos móviles del fallecimiento de Goulart, que
gobernó entre 1961 y 1964, sólo se conocerán cuando la Justicia
brasileña indague a varios sospechosos como Kissinger, sentencia
Goulart. "Muchos países latinoamericanos ya solicitaron la indagación
de esta figura deplorable que es Kissinger" prosiguió,
lamentando que el acusado aún no haya comparecido ante algún
magistrado de su país. Dilma Rousseff conversó el lunes pasado con Henry Kissinger
en Nueva York en el marco de su gira de cuatro días a Estados
Unidos finalizada ayer en San Francisco, estado de California. Seguramente, observó Goulart, la reunión entre Rousseff y
Kissinger fue resultado de un programa de actividades "impuesto
por el ceremonial norteamericano". Luego en San Francisco Rousseff conversó con la también ex
secretaria de Estado Condoleezza Rice, que ocupó el cargo
durante el gobierno del ex presidente George W Bush. Y antes lo había hecho con Madelaine Albright, que fuera la
jefa del Departamento de Estado durante la gestión del demócrata
Bill Clinton.
DCP/ACZ
02/07/2015 18:11
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