(ANSA) - BUENOS AIRES, 15 DIC - La decisión del presidente
argentino Mauricio Macri de designar a dos miembros de la Corte
Suprema de Justicia mediante un decreto y sin aprobación previa
del Senado Nacional, desató una andanada de críticas en el país,
incluso desde el seno de la alianza de gobierno. El senador nacional Julio Cobos del partido UCR -integrante
de la alianza gobernante Cambiemos- reconoció que no encontraba
"razones" para que las designaciones de magistrados se concreten
"por un decreto sin enviarlo al Senado".
"Desconozco que lo motivó a Macri a hacer esto. Si me
consultaba, le hubiera dicho que no", sostuvo Cobos, ex
vicepresidente de Cristina Fernández de Kirchner entre 2007 y
2011 y recordado por votar en contra del incremento de las
retenciones a las exportaciones de soja, a contramano del
gobierno que integraba. El senador nacional Federico Pinedo, tercero en la línea
sucesoria desde el 10 de diciembre, tampoco avaló la decisión
del presidente Macri y reconoció que "hubiera sido mejor que la
designación de los jueces de la Corte pase por el Senado".
Ricardo Gil Lavedra, integrante del tribunal que condenó en
1985 a las juntas militares por delitos de genocidio, actual
diputado nacional de la UCR y prestigioso constitucionalista,
también advirtió que "los jueces provisorios no son jueces
independientes". En medio del entuerto, Ricardo Lorenzetti, actual presidente
de la Corte Suprema de Justicia, afirmó hoy que los jueces
designados por Macri, Fernando Rosenkrantz y Horacio Rosatti,
serán "bienvenidos", pero aclaró que "quiero decir muy
claramente que nosotros como Corte Suprema no fuimos consultados
ni debemos ser consultados porque es un procedimiento que define
el Presidente, no la Corte", explicó. Rosenkrantz y Rosatti se sumarán a la Corte Suprema para
poder funcionar con al menos cinco miembros, como reclamaba
Lorenzetti, pero el mecanismo de elección ha sido fustigado
incluso por quienes apoyaron a Macri en el balotaje del 22 de
noviembre, como la ex candidata presidencial y diputada nacional
Margarita Stolbilzer. "Es un terrible retroceso institucional", porque "jamás se
designó un juez de la Corte en comisión desde la recuperación
democrática", afirmó Stolbilzer al periodismo.
"Quiero saber quién asesoró al Presidente en semejante
barrabasada, no puede ser el único responsable", enfatizó
Stolbizer en diálogo con la emisora radial Vorterix, en clara
referencia al ministro de Justicia, Germán Garavano, que
defendió el mecanismo, previsto en la Constitución pero no
utilizado desde 1852. El ministro Garavano ha sostenido ante las críticas que "el
mecanismo es inusual, pero está previsto en la Constitución". El ex candidato presidencial y líder del peronismo opositor,
Sergio Massa, -tercero en la primera vuelta electoral- aseveró
que "el método es horrible", aunque en su opinión los candidatos
elegidos "son impecables". En defensa de Macri, el diputado oficialista Daniel
Lipovetzky -vicepresidente del Colegio Público de Abogados de la
Ciudad de Buenos Aires- afirmó que "nadie puede alegar que el
procedimiento haya sido inconstitucional, ya que justamente está
previsto en la propia redacción de nuestra Carta Magna".
En respuesta, Héctor Recalde, jefe del bloque de Diputados
del Frente para la Victoria -opositor desde el 10 de diciembre-
aseguró que "la designación de jueces de la Corte por decreto
lesiona gravemente la independencia de la Justicia". El jefe de la bancada peronista analizó que el artículo
constitucional invocado por Macri para designar a los dos nuevos
miembros de la Corte Suprema "es aplicable para embajadores y
altos jefes de las fuerzas armadas, pero de ninguna manera se
puede utilizar para los miembros de la Corte, cuya designación
requiere una mayoría especial de los dos tercios del Senado". Ricardo Alfonsín, hijo del ex presidente Raúl Alfonsín
(1983-1989), y presidente del Comité Provincia de Buenos Aires
de la UCR, también tomó distancia de la decisión macrista. Alfonsín advirtió que "hay quienes opinan que (el método
utilizado por Macri) no contraría la Constitución mientras que
otros dicen, con la misma firmeza, lo contrario. La sola duda
acerca de su legalidad afecta la legitimidad del acto". Alfonsín profundizó que "es más: aunque hubiera unanimidad
respecto de la misma, dejaría mucho que desear en términos de
legitimidad republicana y política". El socialista Miguel Litschitz, gobernador de la provincia de
Santa Fe (400 kilómetros al norte de la capital argentina) instó
a Macri a "revisar" la decisión porque "no se condice con el
llamado al consenso que saludamos cuando nos convocó a todos los
gobernadores o con su reunión con los líderes de la oposición". León Arslanián, también integrante del tribunal que juzgó y
condenó a las juntas militares en 1985, sumó sus críticas a la
metodología utilizada por el gobierno: "Han invocado una
facultad que le permite al poder Ejecutivo cubrir empleos
públicos que requieren acuerdo del Senado en Comisión en tiempos
de receso". Pero, "lo han aplicado cuando es el único caso en el que no
lo pueden aplicar", por tratarse de "la cabeza de un poder
independiente del Estado", completó Arslanián. La ONG "Poder ciudadano", con 26 años de existencia,
coincidió que la decisión del gobierno argentino "rompe
innecesariamente con un procedimiento ampliamente consensuado
entre los actores de nuestro sistema democrático" para la
elección de los miembros de la Corte Suprema y "va en detrimento
de la democracia, la división de poderes, e incluso el futuro
desempeño y legitimidad de los jueces seleccionados".
AEF-ADG/MRZ
15/12/2015 22:02
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