Una actividad explosiva en el cráter Bocca Nuova, en el volcán Etna, fue observada este jueves por el Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología de Italia (INGV) a través del observatorio de Catania.
Por ahora, aún no hay emisión de cenizas y, debido a la ola de mal tiempo que azota la zona, no es posible visualizar claramente la columna de humo.
Sin embargo, la Defensa Civil de la región de Sicilia emitió una "alerta roja" en la zona del Etna por la "muy alta probabilidad de caída inminente o en curso de ríos de lava".
Según una nota del organismo, el titular de la Defensa Civil, Salvo Cocina, invitó a los líderes municipales de la zona a activar "los centros operativos comunitarios y las propias estructuras, además del voluntariado, siguiendo las medidas del plan nacional".
Desde el punto de vista sísmico, el INGV informó que la amplitud del temblor volcánico sigue aumentando, con picos cercanos a los 2 grados en la escala de Richter. Además, se están registrando una serie de terremotos en la zona más alta del mayor volcán activo de Europa.
También se registraron variaciones clinométricas en las estaciones de los picos de Punta Lucía y Pizzi Deneri y, desde la noche del pasado miércoles, indicios de un posible paso de magma por canales internos.
Las autoridades aún emitieron la alerta para vuelos (Vona) con clasificación naranja, la segunda más alta, pero por el momento no hay problemas en las partidas y aterrizajes en el aeropuerto Vincenzo Bellini, ubicado en Catania.
La última erupción del Etna comenzó el 27 de noviembre de 2022 y finalizó el 14 de febrero de este año.
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