(ANSA) - Asesinada con un disparo de pistola que le impactó en pleno rostro mientras estaba trabajando, Ornella Saiu, de 40 años, viuda, con un hijo apenas mayor de edad, era originaria de Cerdeña, pero vivía en Playa del Carmen desde hace 20 años.
La mujer, conocida y apreciada por todos en la comunidad italiana que frecuentaba habitualmente el bar cafetería Sabrina 48, murió ayer por la mañana a las 8.30 hora local ante los ojos de clientes aún en shock.
Los testigos describen al asesino como una persona de contextura robusta, con en su cabeza un casco azul, llegado en el asiento de una moto y que huyó enseguida luego de haber disparado, sin decir palabra alguna.
Los investigadores hallaron la moto y las ropas del asesino y analizan las imágenes de las cámaras de seguridad mientras está en curso una verdadera y propia cacería al hombre.
En el pasado en la ciudad costera del estado de Quintana Roo, una de las principales metas del turismo internacional en México, se verificaron delitos ligados al tráfico de estupefacientes y justamente en estos días una delegación de expertos europeos llegó al lugar para tratar de esclarecer mejor cuáles pueden ser los riesgos para los turistas que llegan a la localidad reconocida por las playas paradisíacas y aguas cristalinas.
Empero, el móvil de este caso que por algunos es definido como "atípico" parece estar más circunscrito a la hipótesis de un intento de extorsión o motivos pasionales.
Según el diario local Por Esto -que se inclina por la extorsión- los propietarios del bar, partidos para un viaje solo algunos días antes, recientemente se les había quitado el permiso de venta de alcohol. Mientras otras reconstrucciones insisten en la pista de los celos, y el hecho de que la víctima y su asesino se conocían y habían trabajado juntos en el pasado.
El fiscal general general Oscar Montes mantiene la reserva del caso, mientras el secretario de Seguridad de la comuna de Solidaridad (que incluye Playa del Carmen) pidió "la colaboración de la población para hallar al culpable".
Las investigaciones son seguidas por la embajada italiana en Ciudad de México, donde el embajador Luigi De Chiara está en estrecho contacto con el canciller Antonio Tajani.
"Estamos conmovidos, doloridos y enfadados por lo ocurrido.
Esperamos que las autoridades nos digan algo", explica a ANSA el cónsul honorario de Playa, Italo Sampablo, que conocía personalmente a la víctima.
Ornella era una mujer "amable", gentil y simpática, acostumbrada a "charlar con los clientes de esto y de aquello", a menudo comentando las noticias del día.
"Trabajaba desde hace años en el bar", un punto de referencia para la comunidad italiana, que en el AIRE cuenta con dos mil inscritos, pero en realidad las presencias son 10-15 mil. La comunidad ahora se abroquela alrededor del hijo de Ornella, para asistirlo y ayudarlo en este terrible momento.
Entre los precedentes de italianos asesinados en Playa del Carmen, el último es el del cocinero milanés Daniel Pessina, en 2017, muerto en un local donde se hallaba en curso la noche final del un festival, víctima de un ajuste de cuentas entre bandas de narcotraficantes que dejó cinco muertos y quince heridos.
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