En otra acción del grupo Última Generación, el brazo italiano de Extinction Rebellion, los manifestantes arrojaron hoy líquido negro, hecho de carbón, a las aguas de la Fontana de Trevi, en Roma.
Los activistas incluso extendieron una pancarta que decía "no pagamos por los combustibles fósiles" y vincularon la protesta a la tragedia de las lluvias en la región de Emilia-Romaña, diciendo que "nuestro país se está muriendo".
Según información de la Policía Local, el hecho tuvo lugar sobre las 11:30 (hora italiana) e implicó a siete personas. Los agentes actuaron con rapidez y, en menos de 15 minutos, todos estaban siendo conducidos a la comisaría.
Uno de los integrantes del grupo, que se identificó únicamente como Mattia, de 19 años, dijo que estaba realizando "desobediencia civil porque la horrible tragedia vivida en estos días en Emilia-Romaña es un aviso del futuro que le espera a la humanidad, con sequías y las inundaciones siempre serán más frecuentes".
El alcalde de Roma, Roberto Gualtieri, dijo que "afortunadamente, la primera estimación muestra que no habrá daños permanentes porque la pintura negra se roció junto al material impermeabilizante y no sobre el mármol" de la estructura. "Basta de estos ataques absurdos a nuestro patrimonio artístico. Hoy atacaron la Fontana de Trevi. Será costoso y complejo retomarla por completo. Invito a todos los activistas a usar un foro de debate que no ponga en riesgo nuestros monumentos", dijo.
Esta no es la primera vez que Ultima Generación ataca los lugares más famosos de Roma. Actos similares ya han tenido lugar en Piazza Spagna y Navona. Además, ya han llevado a cabo ataques similares contra monumentos en Florencia y Milán.
Estas acciones llevaron al gobierno italiano a aprobar una ley que, entre otras sanciones, impone multas de entre 20.000 y 60.000 euros a quienes destrocen monumentos culturales públicos.
TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS © Copyright ANSA