El gobernador de Emilia-Romaña, Stefano Bonaccini, comparó las lluvias que golpean a la región con un terremoto.
"No dudo en decir que estamos frente a otro terremoto", afirmó Bonaccini en alusión al temblor que sacudió Emilia-Romaña en mayo de 2012, dejando un rastro de destrucción.
Hasta el momento, el número de muertos ha subido a ocho.
"Nuestros pensamientos están con las ocho víctimas y con algunos desaparecidos. Todas las condolencias de la región para ellos y sus familias", dijo el gobernador, de centro-izquierda, quien también habló de las 3.000 personas evacuadas en la capital regional, Bolonia, 5.000 en Faenza y 5 mil en la provincia de Ravena.
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