Según las autoridades locales, unas 700 personas que tuvieron que abandonar sus hogares viven en las provincias de Ravena y Bolonia.
La ola de mal tiempo, que también afectó a algunas partes de la costa del Adriático y la región de Las Marcas, provocó la suspensión de las operaciones de trenes que unen los municipios de Forlì, Rimini y Ravena.
Además, las lluvias provocaron numerosos puntos de inundación. La ciudad de Riccione, un destino popular para los turistas, se encuentra en una "situación de emergencia grave".
Además de varios caminos intransitables, la planta baja de un hospital local quedó completamente inundada.
Casi un millar de voluntarios de protección civil y cientos de hombres del Cuerpo de Bomberos actuaron para intentar ayudar a las personas más afectadas por las lluvias.
La nueva ola de mal tiempo se produce poco después de que Emilia-Romaña fuera azotada por tormentas que mataron a dos personas a principios de este mes.
Los expertos señalan que los fenómenos meteorológicos extremos, como fuertes lluvias e inundaciones, son cada vez más frecuentes debido al calentamiento global provocado por las emisiones de gases de efecto invernadero.
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