El decreto de Lula fue aprobado por unanimidad ayer a la noche en una sesión simbólica dirigida por el presidente de la Cámara baja, Arthur Lira.
"Votamos con urgencia para dejar claro que ese pequeño grupo de radicales no representa al pueblo brasileño, no representa la democracia , y tendrán que ser ejemplarmente punidos para que esto sirva de demostración en el mundo de que la democracia en Brasil es sólida,es firme", afirmó Lira, del opositor Partido Progresista y aliado del expresidente, Jair Bolsonaro.
En la mañana de ayer Lira y el titular del Senado, Veneziano Vital do Rego, fueron recibidos por Lula en el Palacio del Planalto, en medio de los destrozos causados por simpatizantes de Bolsonaro.
Los actos "violentos no van a impedir que el Parlamento actúe, nosotros no nos vamos a arrodillar frente a esas acciones terroristas", afirmó hoy Vital do Rego, al confirmar que este martes la Cámara alta va a refrendar el decreto.
Lula nombró a Ricardo Capelli como responsable de la seguridad de Brasilia, mientras la Abogacía General de la Unión solicitó a la Justicia el arresto de su antecesor, Anderson Torres, quien viajó a Estados Unidos donde se habría reunido con Bolsonaro.
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