El camino de los Emiratos Arabes Unidos (EAU) hacia una mayor "occidentalización" pasa también por los cines, donde a partir de ahora los espectadores podrán disfrutar de las películas sin modificaciones o recortes para censurar escenas aptas para un público adulto.
Así lo anunció la Oficina Reguladora de Medios de los EAU, explicando que las películas con contenido para adultos se proyectarán en su versión internacional original, pero que solo se permitirá su visualización a mayores de 21 años.
"La oficina reguladora de medios anunció la inscripción de mayores de 21 años para categorías de clasificación de edad para películas", escribió la autoridad en su perfil de Twitter.
"Según esta clasificación, los filmes se proyectarán en las salas en su versión internacional", prosiguió el mensaje.
La oficina reguladora luego enfatizó que las películas se proyectarán "con un énfasis en el estricto cumplimiento de los estándares de clasificación por edad para el ingreso del público".
Los cines, por lo tanto, ahora deberán pedir a los espectadores una prueba de identidad para confirmar que sean mayores de 21 años. Hasta ahora la restricción de edad más alta del país para las películas era para los mayores de 18 años.
La mayor parte de los productos cinematográficos internacionales encuentran espacio en los cines de los Emiratos, un país donde los extranjeros constituyen el 90% de la población de 10 millones de habitantes.
La diversión de culturas y religiones en el país en ocasiones ha chocado con sus conservadoras tradiciones y leyes islámicas.
Hasta ahora en los Emiratos ha sido costumbre -como lo es en muchos países árabes- quitar escenas que contengan desnudez, sexualidad, homosexualidad u otros contenidos considerados inapropiados.
La práctica a veces hace que la trama de una película resulte difícil de comprender.
El anuncio del fin de la censura en las películas es una parte más de un camino de reformas y flexibilización de las rígidas reglas que los Emiratos quieren para mostrarse cada vez más a los ojos del mundo como el más liberal de los países del Golfo.
Parte de ese viaje es la decisión a principios de mes de cambiar los días de fin de semana, que pasarán del tradicional viernes-sábado a un sábado-domingo más occidental, en línea con el mundo occidental y los mercados internacionales.
Una decisión histórica, que a partir del 1 de enero convertirá a los Emiratos en el único país del Golfo que no dejará libre del trabajo el viernes, día de oración musulmana.
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